Iceta dinamita el discurso de Sánchez y pide avanzar hacia un Estado federal

Francisco Balado Fontenla
Fran Balado MADRID / LA VOZ

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Marta Perez | EFE

El PSC pide el reconocimiento de la «nación» catalana y la España «plurinacional»

25 nov 2019 . Actualizado a las 22:13 h.

El PSC de Miquel Iceta dinamita el juego de equilibrios y silencios que mantiene Pedro Sánchez desde las elecciones para no encarecer todavía más su ya de por sí complicada investidura. Los socialistas catalanes exigen el reconocimiento legal de Cataluña como «una nación» y de España como un país «plurinacional», así como una reforma de la Constitución que ponga fin al Estado autonómico para dar paso a un nuevo Estado federal.

Son tres de las principales demandas que se recogen en el documento que la rama catalana del PSOE presentará durante su XIV congreso (del 13 al 15 de diciembre en Barcelona), tres cambios tan sustanciales que requieren de una modificación de la Carta Magna de 1978, «el camino para recomponer consensos rotos». En la ponencia marco también se recogen otro tipo de medidas que podrían aplicarse sin la necesidad de una reforma constitucional, como «más cotas de autogobierno, empezando por la mejora de la financiación».

Algunas de estas reivindicaciones están destinadas a combatir la instrumentalización de algunas instituciones públicas que los Gobiernos secesionistas han convertido en herramientas para tratar de perpetuarse en el poder, como la educación o los medios de comunicación. El PSC denuncia «la utilización partidista del catalán, especialmente en la escuela», por lo que demandan la instauración de un modelo educativo que garantice el «plurilingüismo». Respecto a la televisión pública, los socialistas catalanes acusan a la Generalitat de haber convertido TV3 y Catalunya Ràdio en «instrumentos de agitación y propaganda».

Las reivindicaciones federalistas del PSC no son nada nuevo, tal y como sugieren desde dentro, donde apuntan que es una actualización de la Declaración de Granada del 2013 a este momento político. Sin embargo, a nadie se le escapa que la oficialización de dicho documento a través de su web no llega en el momento más oportuno, cuando el secretario general socialista se encuentra inmerso en plenas negociaciones para sacar adelante una investidura que está en manos de los independentistas catalanes.

Disonancias entre Puig y Díaz

Además, el documento también tensiona a un PSOE que se encuentra compuesto por familias muy distintas respecto a la mejor manera de hallar una salida al intrincado laberinto secesionista. Como muestra, las reacciones de Ximo Puig y de Susana Díaz. Mientras el presidente de la Generalitat aplaudió la implantación del modelo federal, al entender que «federar es unir desde la diversidad», la secretaria general de los socialistas andaluces advirtió que será la primera que estará «enfrente» de aquellos que pretendan «ser nación» para «ser Estado», al tiempo que recordó que la Constitución ya «permite que cada uno se sienta español como quiera». Díaz volvió a evidenciar sus reticencias a que ERC colabore en la investidura, por lo que reclamó al PP y a Cs que «no bloqueen España». La dirigente andaluza no confía mucho en que se acaben moviendo, ya que considera que a Pablo Casado «le entró el miedo y solo entiende que Abascal le pisa los talones» y «lo que queda» de Cs «va camino de ser UCD o CDS o quien sabe, igual se integra en el PP», dijo.