El Gobierno interino de Bolivia pacta con adeptos a Morales para pacificar el país

héctor estepa BOGOTÁ / E. LA VOZ

ACTUALIDAD

Jorge Ábrego | EFE

El acuerdo incluye el compromiso del Gobierno de retirar paulatinamente a las Fuerzas Armadas de las calles

27 nov 2019 . Actualizado a las 08:48 h.

Decenas de personas hacen fila para conseguir garrafas de gas en La Paz. Algunos, incluso, juegan a los naipes sobre sus bombonas vacías. Han esperado desde hace días por el preciado combustible, escaso, debido a los bloqueos de carreteras llevados a cabo por los seguidores del exmandatario Evo Morales, exiliado en México. Las caras de cansancio se convierten en semblantes relajados cuando llega un camión cargado con cientos de garrafas.

«Tiene que haber un consenso en el país. En democracia debe ser así, no como en una dictadura, donde las personas manejan a su capricho y antojo», pedía el jubilado Rafael Castello, tras haber esperado cuatro días, cerca de la capitalina plaza San Francisco, para cambiar su garrafa vacía por otra llena, y poder cocinar.

La llegada de los camiones con las bombonas de gas se produjo este fin de semana, cuando el Gobierno interino de la conservadora Jeanine Áñez y los diputados del Movimiento al Socialismo (MAS) de Morales llegaron a un acuerdo para convocar nuevas elecciones, aliviando la tensión en las calles, y permitiendo el desbloqueo de algunos caminos.

El ministro interino de Gobernación (Interior) Arturo Murillo, considerado como uno de los actores más duros del nuevo Ejecutivo, amplió ayer ese pacto, firmando un acuerdo con organizaciones obreras, campesinas e indígenas muy cercanas a Morales.

El convenio incluye el compromiso del Gobierno de retirar paulatinamente a las Fuerzas Armadas de las calles, además de la creación de una comisión para liberar a los sindicalistas y labriegos detenidos durante las protestas. El Ejecutivo interino se ha comprometido, asimismo, a respetar los derechos de las organizaciones sociales y sindicales, así como a cumplir los plazos para convocar elecciones, a no privatizar las empresas de recursos naturales, y a continuar los planes sociales vigentes.

«Tenemos que mirarnos como iguales. Vamos a hacer todo el esfuerzo para que jamás vuelva a ocurrir que bolivianos se enfrenten a bolivianos», dijo el ministro Murillo en la firma del acuerdo, donde llegó a saludarse con incondicionales de Morales, que renunció a la presidencia el pasado 10 de noviembre.

El 95 % de las carreteras del país han sido ya despejadas, según ha informado el Gobierno interino. Quedan algunos bloqueos de vías en la región de Cochabamba, levantados por cocaleros afines al líder indígena, quienes ayer tenían previsto celebrar una reunión para evaluar la continuación de sus manifestaciones, ante los acuerdos alcanzados entre el Gobierno interino boliviano y los actores sociales.

Por otro lado, el líder opositor, Luis Fernando Camacho, cuyo peso en la política boliviana ha aumentado considerablemente en las últimas semanas, anunció ayer que se presentará a las elecciones, como candidato presidencial, siempre que se conforme un frente único para disputar los comicios al MAS, que renunció a volver a postular con Morales.