Llaman a declarar como investigados a cuatro directivos de Loterías por la primitiva perdida en A Coruña

Alberto Mahía A CORUÑA

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CESAR QUIAN

Están citados cuatro altos cargos, incluidos el expresidente estatal de ese organismo, por un suceso que lleva siete años sin resolverse

28 nov 2019 . Actualizado a las 21:01 h.

El misterio de la primitiva perdida y premiada con 4,7 millones en junio del 2012 en A Coruña salpica ahora a directivos de Loterias y Apuestas del Estado que en aquel entonces tenían cargos importantes. El juzgado de Instrucción número 7 de A Coruña, que asumió el caso por el momento, ya ha llamado a seis personas en calidad de investigadas como supuestas autoras de un delito de estafa cualificada. Los cuatro directivos, así como el lotero que dijo haber encontrado el boleto abandonado en su despacho, y su hermano, delegado de Loterias y Apuestas del Estado en A Coruña.

La investigación apunta incluso al entonces presidente del organismo, José Miguel Martínez Martínez. El máximo responsable y tres altos cargos más han sido llamados a declarar por el juzgado que asumió el caso, en calidad de investigados como supuestos autores de un delito de estafa cualificada. Se trata de, aparte del expresidente, el director de Negocios, José Antonio Gallardo López; el jefe de Servicios de Premios e Invendidos, Joaquín Aguado Carreño, y el director de Producción y Sismetas Técnicos, José Manuel Ortiz Pozo. Su grado de implicación no ha trascendido.

Tras casi 7 años y medio del sorteo, todavía no se conoce al apostante. Tras casi 7 años y medio del sorteo, todavía no se conoce al apostante, al verdadero dueño de la Primitiva que fue sellado el 30 de junio del 2012 en la administración de Carrefour y hallada, tres días después, en el despacho de Manuel Reija. Este lotero dijo en un principio que al cerrar el negocio encontró el billete y lo comprobó. Al descubrir que estaba premiado con 4,7 millones, llamó a su hermano, que es delegado de Loterías en A Coruña, Miguel Reija, para entregárselo. Este, a su vez, lo notificó a sus superiores en Madrid.

Hasta ahí, todo bien. El problema surgió cuando se buscó al dueño. Porque durante año y medio la pérdida se mantuvo en secreto. Hasta que La Voz lo hizo público y el Ayuntamiento se hizo cargo de buscar al millonario. 230 personas dijeron ser ellos los dueños. A los dos años, en el 2015, el asunto pasó a los tribunales.

Desde entonces se han celebrado juicios por demandas civiles de algunos de los reclamantes y aun quedan algunos por ventilar.

Paralelamente, tras una denuncia presentada en el Juzgado por la vía penal contra el lotero y su hermano por parte de un reclamante que decía tener pruebas de que le habían engañado, la policía realizó un informe en el que no solo apreciaba que los investigados habían «actuado con mala fe», sino que criticaba la colaboración del organismo estatal con los investigadores.

La Policía Nacional concluye que el lotero de la administración de la plaza de San Agustín, que aseguró haberlo encontrado en el mostrador de su despacho, engañó presuntamente a su legítimo propietario con la intención de quedarse con el boleto. Los agentes llegaron a esta conclusión al comprobar que el lotero había pasado por la máquina el resguardo premiado junto a otros tres que le había entregado el demandante. Estos hechos contradicen la versión inicial del lotero, que aseguró que estaba solo en la tienda cuando comprobó la apuesta.

 

La Voz se puso en contacto numerosas veces en estos últimos años con Loterías y Apuestas del Estado sin obtener más respuesta que la de «no pronunciarse» por ser un asunto judicializado. Ayer se volvió a intentar para preguntar sobre las cuatro personas investigadas y la respuesta fue la misma de siempre.