El SPD vira hacia la izquierda en busca de su electorado perdido

Patricia Baelo BERLÍN / CORRESPONSAL

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FABRIZIO BENSCH

Los nuevos líderes apuestan por mantener la gran coalición

07 dic 2019 . Actualizado a las 10:41 h.

«Resucitado de las rutinas». Así se refería este viernes el semanario Der Spiegel al congreso anual que celebran los socialdemócratas alemanes estos días en Berlín. Una cita marcada por el cisma entre el ala centrista de la formación y la izquierdista, que se sumaba un tanto con la ratificación de Norbert Walter-Borjans y Saskia Eskens como los nuevos líderes del partido. Un dúo que encarna a la fracción más crítica del SPD, la que se pregunta si no será mejor romper la alianza de Gobierno que sellaron con los conservadores de la CDU y la CSU e intentar regenerarse en la oposición, tras dos legislaturas y media de trabajo conjunto que les han llevado a ser la cuarta fuerza política del país.

Si algo está claro es que los socialdemócratas necesitan perfilarse si desean recuperar electorado. Consciente de ello, la nueva jefatura, paritaria y bicéfala, ha optado por virar para intentar salir de la crisis de identidad en la que está sumido el SPD y que ya le ha costado el puesto a dos líderes en menos de tres años.

«Se ha dicho que representamos un giro a la izquierda. Si ello significa regresar a lo que fue Willy Brandt, demos ese giro», apelaba Walter-Borjans entre aplausos. Su discurso estuvo muy centrado en el mantra conservador del déficit cero, que los socialistas quieren enterrar con el objetivo de aumentar la inversión pública, necesaria para modernizar la educación, la sanidad, y las infraestructuras de Alemania, que presentan graves déficits tras años de ahorro. «Quiero un país donde todos se sientan protegidos, donde no haya niños en riesgo de exclusión», declaró por su parte Eskens, en referencia a la creciente precarización laboral y al incremento de la desigualdad social.

Sin embargo, los recién elegidos líderes del SPD rechazaron romper de manera abrupta la gran coalición que forman con Angela Merkel, pese a que la canciller les ha ido robando todos y cada uno de los temas en los últimos años, precipitando así su debacle. Y es que saben que, de poner fin ahora mismo a la alianza de Gobierno y celebrarse elecciones anticipadas, apenas obtendrían en torno al 14 % de los votos, mientras que los grandes beneficiados serían Los Verdes y los ultraderechistas de AfD. Por el momento, Walter-Borjans y Esken se han comprometido a sentarse a evaluar los resultados del pacto con los conservadores, coincidiendo con que se cumple la mitad de la legislatura. 

Negociación con Merkel

Para negociar con sus socios, han elaborado junto a la cúpula del SPD una hoja de ruta, que insta al Ejecutivo de Merkel a subir el salario mínimo, a combatir más intensamente el cambio climático y a invertir más. Se trata de una solución de compromiso entre la corriente centrista del partido, representada por el vicecanciller y ministro de Finanzas, Olaf Scholz, y la izquierdista, capitaneada por el jefe de las juventudes socialistas, Kevin Kühnert. Ambos expresaron este viernes su confianza en la capacidad de Walter-Borjans y Esken para llevar a buen término el diálogo con los conservadores. «Ya veremos si la CDU/CSU se mueve, porque no seguiremos como hasta ahora», adelantó Kühnert.

No obstante, la negociación se prevé ardua. Tanto Merkel como su delfina y líder de la CDU, Annegret Kramp-Karrenbauer, se mostraron esta semana dispuestas a dialogar, pero descartaron revisar el contrato de gran coalición. La presión llegaba también de parte del consejo económico de la formación conservadora, que habló del déficit cero como una línea roja que no van a cruzar.