Nieves Cifuentes: «El gas natural es la piedra angular para la penetración de las energías renovables»

R. R. García REDACCIÓN

ACTUALIDAD

N. A.

El biometano producido en la planta depuradora de aguas de A Coruña alimenta a un aotubús urbano que ha dado el equivalente a tres vueltas al mundo

12 dic 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

«El gas natural es hoy la piedra angular para la penetración de las energías renovables». Así lo asegura Nieves Cifuentes, responsable de Medio Ambiente y Sostenibilidad de Naturgy, una de las grandes energéticas que ha iniciado el giro verde y que participa en la Cumbre del Clima de Madrid, la COP25.

—¿Cuál es la respuesta de Naturgy al cambio climático?

—Naturgy apoya su gestión ambiental en cuatro ejes: gobernanza y gestión medioambiental; cambio climático y transición energética; economía circular y ecoeficiencia y capital natural y biodiversidad. Entonces, para nosotros la lucha contra el cambio climático es uno de nuestros pilares estratégicos y en el que tenemos un compromiso muy fuerte.

—¿En qué se traduce?

—En primer lugar, en hechos. En los últimos seis años hemos reducido en un 26 % las emisiones directas de gases de efecto invernadero en todas nuestras actividades a nivel internacional. Y luego están las apuestas que estamos haciendo en transición energética. Naturgy quiere ser un actor clave en esta transición, por lo que en primer lugar estamos apostando por las energías renovables.

—En esta transición se aboga por el gas natural. ¿Es necesario, pese a que es un combustible fósil?

—El gas natural es hoy una piedra angular para la penetración de las energías renovables. Hoy por hoy, las redes no están preparadas para un futuro 100 % renovable y hará falta una energía de respaldo. La manera más sostenible de hacerlo es a través de las centrales de ciclo combinado, que muestran un mayor rendimiento y emiten una tercera parte menos de CO2 que otros combustibles fósiles. Y también es un elemento muy importante para las ciudades, que han conseguido mejorar la calidad del aire desplazando a las calderas de carbón. Y es una alternativa para la movilidad, ya que puede sustituir a los derivados del petróleo. En transporte pesado y marítimo el gas natural licuado es la única alternativa viable técnica y económicamente. Y la más sostenible.

—Ustedes también apuestan por el biogas. ¿Puede explicarlo?

—Es un gas que se enmarca en una lógica de economía circular, donde reaprovechamos residuos para generar energía. Estamos hablando de dos vías principales. La primera es utilizar residuos orgánicos procedentes bien de la ciudad, basuras orgánicas y lodos de depuradora, o de la agricultura y ganadería. Todos estos residuos orgánicos, como pueden ser el caso de los purines o las gallináceas, ya de por sí generan problemas al medio ambiente. Pues podemos cogerlos, evitar todos estos impactos ambientales, y transformarlos en un gas indistinguible del natural para inyectarlo a la red. ¿Ventajas de este gas renovable? Es neutro en emisiones de CO2, por lo que no generamos cambio climático, y en algún caso puede ser sumidero. Además, se genera un subproducto, que es el digestato, que es un excelente fertilizante. Es una fuente de riqueza para el medio rural y en Galicia podría ser una buena solución para todos aquellos residuos ganaderos y agrícolas que se podrían transformar en una fuente energética.

—¿Algún plan para Galicia en esta línea?

—Más que un plan te doy un hecho. Tenemos ya en marcha un proyecto demostrativo en la EDAR de Bens, en A Coruña, en el que utilizamos los lodos orgánicos que se producen cuando se depuran las aguas negras para producir biometano. Este biometano se utilizó para mover un autobús urbano y tres furgonetas. Con los vehículos movidos por este gas hemos conseguido en kilómetros dar el equivalente a tres vueltas al mundo. Demostramos que podemos generar energía a partir de nuestros residuos y utilizarla para la movilidad de la ciudad.

—¿Cuál es la otra vía?

—El gas producido a partir de los excedentes de la electricidad renovable generada. Imagínate un parque eólico que genera electricidad por la noche cuando no hay demanda, pues esa electricidad la podemos utilizar en hidrolizar agua y, a partir de esa agua, generar metano, que es un combustible que en determinado porcentaje lo podemos inyectar en nuestras redes de gas. Hicimos un proyecto piloto en el parque eólico experimental de Sotavento para almacenar excedentes de electricidad renovable en forma de hidrógeno.

 «Nadie va a querer vivir en un mundo con dos grados más»

Nieves Cifuentes cree que a medio plazo el almacenamiento de energías renovables en forma de hidrógeno también puede ser una tecnología limpia que ayudará a reducir emisiones contaminantes.

—¿Almacenar los excedentes de energía renovable puede ser una alternativa real?

—Sí puede serlo. Hoy es técnicamente más viable la tecnología del biometano, pero a medio plazo puede estar la tecnología del hidrógeno. Hay que mejorarla y escalarla para que sea rentable económicamente y es importante que exista un marco regulatorio que lo favorezca. Por ejemplo, en Francia se potencia muchísimo el biometano producido a partir de residuos orgánicos y para muchos ganaderos es una importante fuente de ingresos. Sería una solución para la España rural que necesita una reactivación económica.

—Naturgy ha dado un giro verde, ¿por obligación o convicción?

—Todos los cambios en la sociedad parten de una demanda de los ciudadanos que se acaban concretando en leyes que hace la Administración y que van marcando el rumbo a las empresas y a los particulares. En el tema del cambio climático el camino también ha sido este. En este sentido los mercados de CO2 y el poner un precio al carbono ha hecho que la lógica ambiental y la económica estén absolutamente alineadas, con lo cual hoy en día la sostenibilidad y el negocio van de la mano para cualquier empresa energética. No hay negocio sin sostenibilidad, ni sostenibilidad sin negocio.

—La presión ciudadana también pide una ambición mayor en la cumbre de Madrid. ¿Es optimista?

—Nadie va a querer vivir en un mundo con un incremento de las temperaturas por encima de los dos grados. Es necesaria una mayor ambición y Europa ha cogido el guante y está liderando la acción climática. Y España ha dado el do de pecho con la organización en tiempo récord de la cumbre.

—¿Qué le parece Greta Thunberg?

—Creo que condensa un sentimiento y una idea. Es el arquetipo de lo que está sintiendo la sociedad en este momento, el ejemplo perfecto de esa demanda social de lucha contra el cambio climático.