Evo Morales llega a Argentina para quedarse como refugiado

Guillermo Redondo / Héctor Estepa BUENOS AIRES, BOGOTÁ / E. LA VOZ

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Evo Morales, en una comparecencia ante la prensa el pasado noviembre en México
Evo Morales, en una comparecencia ante la prensa el pasado noviembre en México LUIS CORTES | Reuters

Asegura que está «fuerte y animado» y buscará en el país austral «seguir luchando por los más humildes y para unir a la patria grande

13 dic 2019 . Actualizado a las 08:42 h.

Dos días después de la toma de posesión del nuevo presidente argentino, Alberto Fernández, el exmandatario boliviano Evo Morales llegó este jueves al aeropuerto de Ezeiza para convertirse en asilado en vista a obtener la calidad de refugiado político.

A las doce del mediodía saltaba la noticia en Buenos Aires. El expresidente de Bolivia, que había abandonado su país tras la crisis político social con dirección a México, donde se exilió durante el último mes, llegaba al que se rumoreaba sería su destino final: la Argentina de Alberto Fernández y Cristina Fernández. La llegada responde a la mano tendida por el jefe del Ejecutivo argentino cuando aún era presidente electo. Según el diario Clarín, el plan para Morales era facilitar su entrada en el país por su cercanía, en vistas a una hipotética vuelta a Bolivia.

Por el momento, la Casa Rosada no ha informado de su postura oficial. Solo hizo declaraciones el nuevo ministro de Exteriores, Felipe Solá, que explicó que Morales ha llegado a Argentina en un operativo secreto procedente de Cuba, a donde viajó la semana pasada desde México por razones médicas. Le acompañan cuatro personas, entre ellas el exvicepresidente Álvaro García Linera y el excanciller Diego Pari.

Solá explicó que la noche del miércoles dio al grupo el permiso de asilo para que pudiera entrar en el país, «pero firmaron a su entrada la petición de refugio, que es una condición diferente. Cesa la condición de asilo en cuanto tengan la condición de refugiados», señaló. «Queremos de Evo el compromiso de no hacer declaraciones políticas en la Argentina (...) El grado de libertad es una cosa, y el grado de compromiso político es otra», añadió.

En Twitter, Morales lanzó un mensaje de agradecimiento. «Hace un mes llegué a México, país hermano que nos salvó la vida, estaba triste y destrozado. Ahora arribé a Argentina, para seguir luchando por los más humildes y para unir a la #PatriaGrande, estoy fuerte y animado».

El Gobierno interino boliviano, dirigido por la conservadora Jeanine Áñez, pidió que Buenos Aires haga respetar ese compromiso de que el líder indígena no emita declaraciones políticas. «Esperamos que Argentina cumpla con las normas de asilo, no como ocurrió en México, donde Evo Morales tenía micrófono abierto para hacer política», reclamó Karen Longaric, ministra interina de Exteriores. La política precisó que el líder indígena no puede «hacer actos políticos que debiliten o desestabilicen al Gobierno boliviano, ni puede abandonar territorio argentino».

El ministro interino de Presidencia, Jerko Núñez, cree que Morales está «propiciando la división y el enfrentamiento» entre bolivianos. «Él va a seguir insistiendo en volver, cuando todos sabemos que se acabó su era. Ahora viene una nueva, donde se fortalece la democracia y la libertad de los bolivianos», añadió.

Morales se reúne en Argentina con sus hijos, Évaliz y Álvaro, que salieron del país, hace unas semanas, con el mismo destino que ha elegido ahora su padre, con el objetivo de preservar su seguridad, aunque ellos no lo hicieron en calidad de asilados ni refugiados.

La posición de la nueva dirigencia argentina es más proclive a la postura de Morales respecto a lo sucedido en Bolivia. El presidente, Alberto Fernández, cree que en Bolivia hubo un golpe de Estado el pasado noviembre.