La opinión de los politólogos sobre el estancamiento permanente del sistema

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Adriana Lastra junto a Rafael Simancas en el Congreso de los Diputados
Adriana Lastra junto a Rafael Simancas en el Congreso de los Diputados Ricardo Rubio - Europa Press

La parálisis se ha instalado en el escenario político y amenaza con la repetición de las elecciones

15 dic 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El bloqueo político y, por tanto, el fantasma de las terceras elecciones se cierne sobre el escenario político. Los politólogos consultados por La Voz analizan la situación y esbozan las posibles soluciones para lo que cada vez se parece más a una parálisis permanente del sistema.

¿Qué consecuencias tiene el bloqueo?

«La principal es la dificultad de realizar políticas públicas específicas, para lo que se requiere además unos presupuestos adecuados», señala Carlos Barrera. «Otra no menos importante es la mayor dificultad en atraer inversiones y dinamizar el desarrollo empresarial», añade. «Y, por supuesto, la parálisis legislativa en las Cortes», concluye.

Verónica Fumanal, politóloga. Fue directora de comunicación de Pedro Sánchez y asesora de Albert Rivera, presidenta de la Asociación de Comunicación Política
Verónica Fumanal, politóloga. Fue directora de comunicación de Pedro Sánchez y asesora de Albert Rivera, presidenta de la Asociación de Comunicación Política

Verónica Fumanal lo analiza en el plano político: «El bloqueo está haciendo que se levanten ciertos vetos que se habían mantenido hasta ahora». En primer lugar, «Sánchez va a llamar a todos los presidentes autonómicos, incluido Torra, una de las exigencias de ERC». Asimismo, manifestó su voluntad de que Adriana Lastra, portavoz del grupo socialista, se reuniera con todas las fuerzas parlamentarias, incluidas Bildu y Vox, aunque la formación de Abascal se ha negado. «El PSOE está haciendo gestos para desbloquear, ahora hace falta ver si el resto de partidos corresponden, al menos, con gestos que implican desenmarañar la bobina de lineas rojas que había caracterizado los últimos tiempos», sostiene la politóloga.

¿Habría que cambiar la Constitución o/y la Ley electoral para facilitar las investiduras?

«Sí, habría que establecer algún mecanismo corrector que respete nuestro sistema político», asegura Santiago Martínez. En su opinión, «no tendrían sentido medidas típicas de sistemas presidencialistas ni tampoco que dificultaran la representación de partidos minoritarios». Y lo explica: «El Congreso ha acabado siendo la representación territorial que no ha sido el Senado, y limitar el acceso de estos partidos podría acabar avivando aún más la llama nacionalista».

Xavier Arbós. Catedrático. Catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Barcelona. Fue decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Gerona
Xavier Arbós. Catedrático. Catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Barcelona. Fue decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Gerona

Para Barrera, «la realidad de estos últimos años muestra la conveniencia de cambios, que en todo caso deberían reunir amplio consenso para no dar nuevos motivos para la polarización política». «Pueden explorarse y estudiarse varias posibilidades que ya existen en el ‘mercado'», señala.

«Cambiar la Constitución o la ley electoral para solventar una situación coyuntural supone modificar el espíritu del parlamentarismo», afirma Fumanal. «Modificar las leyes para hacer presidente del Gobierno al líder del partido ganador o del partido que tenga más apoyos puede ser una solución a la situación actual, pero restaría pluralidad a los acuerdos parlamentarios y gubernamentales y podría suponer la aparición de más partidos single issue, al no canalizar la pluralidad política representada en el sistema parlamentario», explica. Es decir, «podría suponer una fragmentación todavía mayor, al desincentivar uno de los votos estratégicos tradicionales como es el voto útil».

¿Habrá acuerdo con la abstención de ERC?

«El acuerdo con ERC es el único posible en estos momentos, dado el pacto de coalición entre PSOE y UP, inasumible políticamente para la derecha», asegura Fumanal. «Considero que ambas partes deberían negociar sin avergonzarse del diálogo y del acuerdo, esto fortalecería sus posiciones y el relato posterior», sostiene. «No hacerlo da en parte razón a aquellos que se oponen, aun sin saber cuales son los términos del acuerdo», añade. «No me atrevo a asegurar que haya acuerdo final aunque parece la opción más probable», afirma Barrera.

¿Hay otras opciones que no necesiten contar con los independentistas?

«Opciones posibles hay como las expuestas por Arrimadas o Casado, pero parecen bastante más inverosímiles que la actual en marcha», opina Barrera. «Pactar algo con Cs o PP después de todos los movimientos de Sánchez hacia UP y ERC sencillamente no cuadra», concluye. «El acuerdo de coalición entre PSOE y UP deja una única vía de mayoría parlamentaria, con ERC, todas las opciones viables restantes pasarían por la ruptura de ese acuerdo de coalición», mantiene Fumanal.

Santiago Martínez. Consultor político, profesor de oratoria y «media trainer» en campañas electorales en diferentes países del mundo
Santiago Martínez. Consultor político, profesor de oratoria y «media trainer» en campañas electorales en diferentes países del mundo SANDRA ALONSO

«Sánchez tiene complicado buscar apoyos en otros partidos, el PP ya ha dejado claro que no se va a abstener, y mucho menos ahora que parecería un logro de Arrimadas y a Casado no le interesa fortalecerla», afirma Martínez.

Los costes de un acuerdo con ERC y su posible oportunidad

¿Qué coste para el Estado tendría un posible acuerdo de los socialistas con ERC para que la formación independentista se abstuviera? «Gratis, desde luego, no le puede salir al Gobierno», afirma Barrera, profesor de Medios de Comunicación y Política en la España Reciente, que distingue entre las «cesiones de índole más política, que son las más controvertidas por lo que está en juego, y las de tipo económico».

«Obviamente siempre hay un coste, como los hubo en la época en que CiU y PNV eran la llave para los Gobiernos de PP y PSOE, y como seguro habrá con el resto de partidos que faciliten la investidura, como es el caso del BNG», afirma Martínez. «Al final, este puede ser un escenario en el que paradójicamente se puedan establecer cauces de conversación institucional que hasta ahora no ha habido, podría ser un primer paso para normalizar el ‘problema catalán'», explica. «La dificultad estriba en cómo casar esto con el desarrollo judicial de las causas aún pendientes y el tratamiento penitenciario de los presos nacionalistas, habida cuenta de la necesaria independencia de poderes en un Estado de derecho», concluye el asesor electoral.

El tiempo a favor

«Hay que decir que ERC anunció el 29 de noviembre que no iba a bloquear la investidura, lo que hacía evidente que realmente sí lo iba a hacer», continúa Martínez. Y lo explica así: «El factor tiempo en una negociación es clave y en este caso perjudica a los socialistas, y ERC, que es consciente de ello, empieza a tantear a su rival con primeras exigencias como la llamada de Pedro Sánchez a Torra».