El padre y dos de sus hijos ahogados en una piscina de Mijas no sabían nadar

Manuel Costoya
M. C. Cereijo REDACCIÓN

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Vista de la piscina de Mijas donde murieron un padre y dos de sus hijos
Vista de la piscina de Mijas donde murieron un padre y dos de sus hijos Daniel Pérez | EFE

Técnicos consultados por La Voz ven improbable que la causa de las muertes estuviese en el sistema de succión

26 dic 2019 . Actualizado a las 17:51 h.

Ninguno de los tres familiares británicos que murieron ahogados la pasada Nochebuena en una piscina en Mijas sabía nadar. Un dato revelador aportado a la Guardia Civil por una hija de la familia, que junto a su madre, permanecen en la localidad malagueña.

La Guardia Civil investiga el caso bajo la supervisión del Juzgado de Instrucción número 2 de Fuengirola (Málaga) y se encarga ahora de recabar los testimonios de los testigos, entre ellos algunos clientes del complejo turístico, trabajadores y los familiares que sobrevivieron: la madre y otra hija. Este trascendental hecho se conoce tres tres días después del trágico accidente ocurrido en una piscina que ha vuelto a funcionar después de que la Guardia Civil llevase a cabo una «completa investigación de la que se extrae que cumple todos los requisitos», según informó el Club la Costa World, complejo turístico donde se alojaban esta familia británica. La autopsia realizada a los cuerpos de las víctimas, un hombre de 53 años, su hijo de 16 y su hija de 9, revela que los tres murieron ahogados. Los cadáveres no presentan golpes ni signos de haber sufrido una intoxicación.

¿Qué es lo que pudo ocurrir? Esta pregunta todavía no tiene respuesta definitiva. Según la versión oficial, los hechos ocurrieron a las 13.30 horas de la pasada Nochebuena. Testigos presenciales señalaron que la niña de nueve años tenía problemas para salir de la piscina y su padre entró para socorrerla. Pero él tampoco pudo abandonarla, por lo que el hijo de 16 años acudió a auxiliarlos. El resultado fue trágico. Los tres murieron ahogados. Según fuentes de la investigación, los cuerpos fueron rescatados por un empleado de la urbanización, quien también tuvo problemas para salir del agua.

Una de las hipótesis que se estaba investigando antes de conocer que las tres víctimas no sabían nadar era la de determinar si se había podido producir algún problema en el sistema de succión de la instalación, por lo que efectivos del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil se desplazaron para inspeccionar la piscina, los motores, y tomaron muestras del agua. Todo estaba correcto, según la dirección del Club la Costa World, que ya reabrió la instalación. El gorro de la niña de nueve años, la primera que pereció, según la versión de los hechos, se encontró en el sistema de succión.

Los técnicos opinan

¿Puede este sistema ser la causa de la muerte de tres personas? Según la opinión de los técnicos es casi imposible. El más tajante es Alejandro Fernández, de la empresa Pulls Repair. «Es una teoría que no se sostiene». La instalación donde ocurrieron los hechos es de mediano tamaño con una profundidad máxima de dos metros. En las piscinas existen tres tipos de desagües: los skimmers, ubicados en los laterales por debajo de los bordillos; el limpiafondos, situado a dos tercios de profundidad y el conocido en el mundillo como fondo, instalado en la parte más profunda —es el que se presume que puede estar detrás del suceso—. Pero ni el tamaño de las tuberías que succionan el agua, ni los motores que las propulsan podían impedir que un bañista pudiese salir a flote. «Para que esto se pudiese producir, la piscina tendría que tener una profundidad mínima de unos 20 metros, y el motor, un caballaje impresionante».Técnicos de otras empresas consultadas por La Voz también consideran esta posibilidad casi imposible.

La autopsia realizada a los tres víctimas descartó la presencia de elementos químicos que pudiesen llevar a que sufrieron una intoxicación que limitase sus capacidades. Tampoco padecieron hipotermia, por lo que toda apunta a otras causas, como que en el fondo pudiesen haber quedado elementos utilizados para la limpieza de la piscina y que la niña, la primera que tuvo problemas en el agua, se hubiese enredado en unos cables. Las tareas de rescate no son sencillas en situaciones críticas y es probable que el padre y el hijo no hubiesen sido capaces de revertir la situación, y mucho menos si no sabían nadar.