Sánchez elude hacer balance anual por temor a complicar el acuerdo con ERC

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

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BALLESTEROS | Efe

El Gobierno espera una investidura «cuanto antes», pero ya no se atreve a dar fecha

28 dic 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La negociación entre el PSOE y ERC para sacar adelante la investidura de Pedro Sánchez se ha complicado mucho más de lo previsto. Tanto, que el presidente del Gobierno en funciones eludió ayer comparecer ante los medios de comunicación tras el último Consejo de Ministros del año para hacer un balance político del ejercicio.

Una tradición que han mantenido todos los jefes del Ejecutivo durante 14 años, desde que en el 2004 el socialista José Luis Rodríguez Zapatero comenzó a hacerlo. La única excepción fue la del año 2011, ya que Mariano Rajoy acababa de ser investido presidente del Gobierno el 20 de diciembre y carecía de sentido que fuera él quien hiciera el balance anual.

La portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, no ocultó que la espantada de Sánchez se debe a que el líder socialista quiere eludir dar explicaciones públicas sobre la complicada negociación con ERC por temor a que sus declaraciones puedan complicar aun más el proceso. «Estamos en medio de una negociación, de una conversación política con ERC y no ha acabado el partido», señaló la portavoz, que trató de justificar también el plante a los medios afirmando que «no hay Gobierno formado, estamos en funciones y ha parecido que en este momento no es procedente aparecer por circunstancias objetivas y de fondo que concurren».

La investidura es ya imposible antes de que acabe el año, pero en el PSOE empieza a haber dudas de que pueda alcanzarse en la primera semana de enero. Todo sigue pendiente de que la Abogacía del Estado emita un informe sobre la inmunidad de Oriol Junqueras que satisfaga a ERC. 

«Cambio doctrinal» del TJUE

Celaá recordó que los servicios jurídicos del Estado disponen hasta el día 2 de enero para presentar sus alegaciones. Y justificó la tardanza en el hecho de que el fallo del Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha cambiado su doctrina, en la que hasta ahora dejaba en manos de los Estados el procedimiento para adquirir la condición de eurodiputado.

«La sentencia afirma que tiene inmunidad como europarlamentario. Y, por tanto, ese cambio doctrinal requiere un estudio profundo, que es el que está haciendo la Abogacía del Estado», señaló, abriendo así la puerta a que la posición del servicio jurídico del Estado no plantee objeción a que Junqueras sea puesto en libertad para que pueda recoger su acta de eurodiputado.

«Vamos a esperar a ver si el lunes lo conocemos», dijo sobre el informe de la Abogacía. Una fecha que permitiría fijar la sesión de investidura para el 2 de enero, con una votación final el día 5, víspera de Reyes. Pero el Gobierno, consciente de las dificultades con ERC, no se compromete ya a adelantar ninguna posible fecha para la votación, aunque, según Celaá, se espera «que la negociación dé un resultado positivo tan pronto como sea posible». 

El Gobierno no tiene plan B

El Gobierno no quiso entrar tampoco en el fondo del asunto. Es decir, si al tener inmunidad como eurodiputado, como sostiene el TJUE, para que el Supremo pudiera juzgarlo habría que haber solicitado un suplicatorio al Parlamento Europeo, y si es posible ahora pedir ese suplicatorio sin anular la condena. «Hay juristas que piensan que sí y otros que creen otra cosa», señaló la portavoz, evidenciando así la complejidad para que los abogados del Estado se pongan de acuerdo en una posición común y que esta satisfaga las exigencias de ERC.

Lo que el Gobierno no contempla en ningún caso si finalmente fracasa la negociación con ERC es buscar una alternativa al Ejecutivo de coalición firmado con Unidas Podemos. «No hay plan B», aseguró Celaá, quien pese a apelar a la responsabilidad del PP afirmó que el resto de alternativas son «cantos de sirena irreales».

PP y Cs apelan a los barones del PSOE para que frenen al presidente en funciones 

Los líderes de PP y Ciudadanos, Pablo Casado e Inés Arrimadas, apelaron ayer a los barones del PSOE para intentar abrir una grieta interna en los socialistas y negaron que Sánchez no tenga más opciones que la abstención de Esquerra, pese a que el PP ha cerrado la puerta a participar en el desbloqueo. El presidente de los populares insiste, sin embargo, en que toque la puerta de Ciudadanos y Navarra Suma.

Desde Alicante, Casado ha hecho un llamamiento al «socialismo histórico» y a los «líderes autonómicos y provinciales» del PSOE para que frenen el pacto de Pedro Sánchez con ERC para lograr su investidura.

También Arrimadas ha emplazado a los barones del PSOE para que frenen la «locura» y la «deriva» de los pactos para que Pedro Sánchez se mantenga en la Moncloa. La líder de los liberales ha insistido en el que el PSOE «no puede esconder la cabeza mientras su candidato está vendiendo España a trozos», por lo que ha esperado «una reacción patriótica» de los barones socialistas.

Ha denunciado las «presiones intolerables» a la Abogacía del Estado para que esta actúe como el abogado de Junqueras «y no como la abogacía de todos los españoles» y ha solicitado a Pedro Sánchez que «saque sus manos políticas» de la Abogacía y «deje a los profesionales trabajar con tranquilidad y en base a criterios técnicos».

Mientras, el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, uno de los aludidos por PP y Cs, ha considerado que un acuerdo de cara a la investidura de Sánchez con los nacionalistas «es el único posible, pero no es el mejor».