Conservadores y verdes «protegerán el clima y las fronteras» desde el Gobierno de Austria

Juan Carlos Barrena BERLÍN / COLPISA

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El canciller federal, el conservador Sebastian Kurz, y el vicecanciller, el ecologista Werner Kogler
El canciller federal, el conservador Sebastian Kurz, y el vicecanciller, el ecologista Werner Kogler LEONHARD FOEGER | Reuters

La CDU de Merkel sigue con atención el experimento político de Viena porque los sondeos muestran preferencia

03 ene 2020 . Actualizado a las 10:20 h.

El líder conservador austríaco, Sebastian Kurz, volverá a ser a sus 33 años el primer ministro en ejercicio más joven del mundo. Tras la ruptura de su pacto de Gobierno con la ultraderecha la pasada primavera por un escándalo de corrupción en la cúpula de sus socios populistas, ha sido capaz de cerrar una nueva coalición gubernamental, esta vez con Los Verdes, un partido que se estrena en el poder en Austria.

«Hemos conseguido unir lo mejor de los dos mundos», dijo el presidente del Partido Popular Austríaco (OEVP) al presentar este jueves el programa del nuevo Ejecutivo junto al máximo dirigente de la formación ecologista, Werner Kogler. «Es posible bajar la carga impositiva y a la vez ecologizar el sistema fiscal. Y es posible proteger el clima y las fronteras», dijo Kurz para explicar cómo los equipos negociadores de los dos partidos antagónicos habían logrado resolver la cuadratura del círculo para compartir la responsabilidad del Gobierno, equiparando por ejemplo la lucha contra el cambio climático y frente a la inmigración ilegal.

Ambos subrayaron que durante las negociaciones no solo trataron de lograr compromisos mínimos, sino de potenciar al máximo sus respectivos programas. «Sí, en la protección del clima probablemente hemos alcanzado mayores acuerdos de los que se preveían al principio. Austria se va a convertir en precursor europeo e internacional en cuestiones relacionadas con la defensa del medio ambiente», afirmó Kogler. Según el líder de la formación verde, la república alpina generará un 100 % de energía alternativa hasta el 2030 y alcanzará la neutralidad climática en el 2040, diez años antes que su poderoso vecino alemán. Pero no solo los conservadores han hecho concesiones. Los ecologistas han tenido que ceder en política interior y aceptar medidas controvertidas, como la llamada custodia preventiva de inmigrantes o refugiados que se considere pueden suponer «una amenaza para la seguridad nacional», incluso aunque no hayan cometido delitos; es una iniciativa 'heredada' de la cohabitación de Kurz con los ultras del FPOE. Lo mismo con la ampliación de la prohibición de portar velo o pañuelo en la cabeza por motivos religiosos a las niñas desde los diez años en que se establecía hasta los 14 años.

Conservadores y ecologistas acordaron el reparto de 15 carteras, de las que pesos pesados como Interior, Exteriores y Defensa serán ocupadas por políticos del OEVP. Los Verdes contarán con cuatro, entre ellas un superministerio de Medio Ambiente, Transportes, Infraestructuras, Energía, Tecnologías e Innovación. Kogler asumirá la vicecancillería federal y el Ministerio de Servicios Públicos y Cultura. Ocho de los nuevos titulares son mujeres, seis tienen menos de 40 años y la edad media del gabinete es de 45, lo que convierte el nuevo Ejecutivo alpino en el más igualitario y joven de la historia. No obstante, un congreso extraordinario de Los Verdes austríacos previsto para este fin de semana en Salzburgo debe sancionar aún el acuerdo entre los dos partidos. Aunque nadie duda de que su aprobación es segura a la vista de las concesiones arrancadas a los conservadores.

El vídeo de Ibiza

El adelanto electoral y las negociaciones para una nueva coalición para dirigir Austria esta legislatura se hicieron inevitables después de que el hasta entonces socio de Gobierno de los conservadores, el populista Partido Liberal Austríaco (FPOE), se viera sumido en un notable escándalo de corrupción en mayo protagonizado por su entonces presidente y vicecanciller federal, Heinz Christian Strache. La filtración de un vídeo rodado con cámara oculta en Ibiza en el que Strache ofrecía favores del Ejecutivo a cambio de ayuda electoral a una presunta oligarca rusa desencadenó una grave crisis en Viena. Kurz rompió con sus socios ultraderechistas y convocó elecciones anticipadas, pero un voto de censura en el Parlamento forzó el cese del primer ministro y Strache tuvo que dimitir de sus cargos. OEVP y los Verdes fueron los grandes triunfadores de los comicios anticipados de septiembre, mientras los populistas del FPOE y los socialdemócratas del SPOE sufrieron pérdidas considerables.

Ahora el experimento político en Viena es seguido con gran atención desde Berlín por la Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller federal, Angela Merkel. Los sondeos electorales indican desde hace meses que una coalición de conservadores y ecologistas sería también la alternativa de Gobierno más posible para Alemania si se adelantasen eventualmente unos comicios generales. Y los líderes políticos de ambos partidos coquetean ya abiertamente con la posibilidad de aventurarse en una entente similar.