El juzgado deberá decidir si le impone alguna sanción por un hecho que él mismo confesó a la Guardia Civil
04 ene 2020 . Actualizado a las 14:10 h.Un vecino de Moaña está siendo investigado como presunto autor de un delito de maltrato animal. El juzgado tendrá que decidir si le impone alguna sanción por la amputación de una pata de uno de sus perros, un hecho que él mismo confesó durante la investigación practicada por la Guardia Civil.
La alerta sobre la situación del can surgió cuando vecinos del municipio vieron que el animal caminaba con dificultad en la zona de la playa de a Xunqueira, en Moaña. Se activó el protocolo de actuación del Seprona. Los agentes de la patrulla del Servicio de Protección de la Naturaleza de Cangas se hicieron cargo del caso, para lo que contaron con la colaboración de varias personas que retuvieron al animal al verlo por la calle cerca de la playa, ante el riesgo de que pudiera ser atropellado.
Según comprobaron los agentes del Seprona, el animal caminaba con dificultad porque tenía amputada una de las extremidades delanteras. Al levantar el vendaje constataron que el corte era reciente y generaba serias dudas de que fuese hecho por un profesional.
El miembro amputado presentaba una gran inflamación y el vendaje de protección era rudimentario.
A través de los datos proporcionados por los vecinos y recabados en el microchip del animal, la Guardia Civil llegó hasta el propietario del can. El hombre reconoció que le había amputado personalmente una de las extremidades debido a una herida que presentaba en la pata. Los agentes notificaron a este vecino de Moaña su condición de investigado.
El perro fue recogido por la protectora de animales do Morrazo, que puso al animal en manos de una clínica veterinaria. Las diligencias instruidas por la Guardia Civil fueron entregadas en el Juzgado de Instrucción de guardia de Cangas.