ERC, JxCat y la CUP califican de «golpe de Estado» la inhabilitación de Torra e Iceta critica a la Junta Electoral por hacerlo

Cristian Reino BARCELONA / COLPISA

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Varias decenas de manifestantes saltaron la valla del parque de la Ciudadela para manifestarse frente al Parlamento de Cataluña en apoyo a Torra
Varias decenas de manifestantes saltaron la valla del parque de la Ciudadela para manifestarse frente al Parlamento de Cataluña en apoyo a Torra

Mil radicales fuerzan la verja del parque de la Ciudadela para manifestarse frente a la Cámara autonómica

05 ene 2020 . Actualizado a las 10:19 h.

El Parlamento catalán salió este sábado en defensa del presidente de la Generalitat, inhabilitado el viernes por la tarde por la Junta Electoral, tras su condena por desobediencia por no descolgar la pancarta a favor de los presos. No fue la cuestión de confianza que había anunciado JxCat, pero sí un apoyo cerrado del independentismo a Quim Torra, una escenificación más bien de cara a la galería, pues el secesionismo se ha fracturado con la decisión de ERC de facilitar la investidura de Pedro Sánchez y la legislatura catalana está casi agotada.

La Cámara catalana aprobó, con los votos de JxCat, ERC y la CUP, ratificar como diputado y presidente de la Generalitat a Quim Torra. Y calificó de «golpe de Estado» el intento de la Junta Electoral Central de inhabilitar al dirigente nacionalista, «contraviniendo la voluntad política de los catalanes». El texto denunció además la «existencia de una causa general contra el independentismo» y exigió el «fin de la represión, el reconocimiento del derecho a la autodeterminación del pueblo de Cataluña y la amnistía para los presos».

En su discurso, Torra avisó de que ha llegado la hora de «plantarse». El presidente de la Generalitat advirtió a la Junta Electoral de que «no permitirá» su inhabilitación y de que no acatará la decisión adoptada por el organismo electoral de apartarle como diputado, lo que le obligaría a cesar como jefe del Ejecutivo catalán. Torra reclamó un pleno en el Parlament para reaccionar a su inhabilitación. Amenaza con la desobediencia, pero al mismo tiempo deja la decisión en manos del hemiciclo catalán.

«Me pongo a disposición del Parlament para seguir avanzando si está dispuesto a no claudicar frente a la represión», dijo. De tal manera que si la Cámara catalana acepta la decisión de la Junta Electoral, tendrá que cesar como diputado y como presidente. Pero si la Cámara no acepta la inhabilitación, seguirá en el cargo. Lo que podría ocurrir, en principio, es que cuando la Junta Electoral notifique a la Cámara catalana la resolución sobre Torra, la recurrirá. Pero podría no frenar la ejecución inmediata de la inhabilitación. La patata caliente pasaría entonces a manos de Roger Torrent, presidente de la Cámara y dirigente de Esquerra. Ese es el escenario que buscan Torra y Puigdemont. Que la decisión la acabe tomando ERC para buscar el momento ideal de la convocatoria de elecciones. De momento, el presidente de la Generalitat apuesta por dar batalla jurídica contra su inhabilitación.

El jefe del Ejecutivo catalán remitió este sábado un escrito a la Junta Electoral de Barcelona en el que le pide que se abstenga de realizar ninguna actuación para ejecutar el acuerdo de la Junta Electoral Central. La resolución, a su juicio, «supone una vulneración» de sus derechos fundamentales, por lo que comunica a la Junta Provincial su intención de presentar «de inmediato», una vez reciba la notificación «formal e íntegra» de este acuerdo, un recurso contencioso-administrativo ante el Supremo. Y anticipa que solicitará al Supremo la medida cautelarísima de suspensión de la resolución impugnada, para impedir así que se ejecute la orden de retirarle la credencial como diputado mientras la sala contencioso-administrativa resuelve su recurso. 

Iceta discrepa de la decisión de la Junta Electoral

Durante el pleno en la Cámara autonómica, el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, señaló que la Junta Electoral Central (JEC) no puede inhabilitar a Torra, ya que cree que para eso es necesario que haya una sentencia firme. «La JEC se debería haber inhibido», afirmó en su intervención en el pleno.Iceta ha sostenido que, pese a que discrepa de su gestión como presidente, defiende la institución de la Presidencia de la Generalitat: «Para defender el autogobierno vamos juntos».

Iceta afirmó que esto es una muestra de que el diálogo que los socialistas quieren impulsar entre Generalitat y Gobierno es real, y pidió a Torra que también lo avale: «¿Por el hecho de una desconfianza, que puede tener raíces profundas, nos tenemos que negar a la posibilidad de aprovechar una nueva oportunidad? ¿Todo lo que ha pasado ahora nos impide aprovechar el presente para intentar mejorar el futuro?».

El líder socialista hizo un reconocimiento «especial» a ERC por haber apostado por facilitar la investidura de Pedro Sánchez pese a la situación en Cataluña, que ha reconocido que es excepcional.

Los manifestantes se plantan a las puertas de la Cámara catalana

No pasó a mayores, pero los manifestantes independentistas amenazaron este sábado con repetir unas escenas ya vividas en la Cámara catalana, cuando activistas CDR intentaron entrar a las bravas al Parlament. Ocurrió hace dos años. Los independentistas se quedaron a las puertas del edificio del Parlament, tras romper unas cadenas de una puerta vallada y sortear el cordón policial que impedía el acceso a todo el recinto del parque de la Ciudadela, donde se levanta la Cámara catalana, que estaba blindada, aunque no de forma inexpugnable.

Varios centenares de secesionistas, convocados por la ANC y los CDR, quisieron trasladar su apoyo a Quim Torra. Y de paso cargar contra ERC. Pasó cuando en espera de que acabara el pleno y saliera el presidente de la Generalitat para darse un nuevo baño de masas, como el viernes, alguien elevó el tono de unos altavoces para escuchar el discurso de Gabriel Rufián desde el Congreso. Pitos y abucheos contra el que ya es para el independentismo el traidor número uno. Cuando poco antes de la votación, Torra salió a saludar, el público le respondió con gritos de «fuera, fuera, la bandera española», «president, president» e «independencia». El dirigente nacionalista estrechó la mano a varias de decenas de ellos.

Entre los manifestantes -mucha gente de la tercera edad, pero también jóvenes- y la puerta del Parlament, la Policía dispuso un amplio cordón formado por vallas y por las furgonetas de los Mossos. La Policía catalana no podía permitir escenas como las que se produjeron del viernes, en que los activistas de la ANC irrumpieron en el Palau de la Generalitat para colgar la pancarta a favor de los presos y arriar la bandera española. La de este sábado fue una jornada de movilizaciones en el independentismo. Por la mañana, la protesta regresó al epicentro de las algaradas durante los días posteriores a la sentencia: la Vía Layetana, donde se celebró una protesta de independentistas disfrazados de payasos.