Torra esgrime la Constitución ante la Junta Electoral para frenar su inhabilitación

Ana Balseiro
Ana Balseiro MADRID / LA VOZ

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Quique García | Efe

Junqueras, elegido vicepresidente del grupo de los Verdes en la Eurocámara, ha recurrido al Supremo su inhabilitación

08 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El presidente de la Generalitat, Quim Torra, remitió este martes un escrito a la Junta Electoral Central (JEC), que el pasado viernes acordó inhabilitarlo como diputado autonómico tras su reciente condena por desobediencia. En el documento, Torra solicita al órgano arbitral que no ejecute su orden, que califica de «radicalmente nula de pleno derecho e ineficaz», puesto que la recurrirá ante el Supremo, argumentando que vulnera los «derechos fundamentales protegidos por la Constitución» y por el Convenio Europeo de Derechos Humanos.

Como ya anunció el mismo viernes, tras conocer la decisión de la JEC (ayer recibió el contenido íntegro del acuerdo), el presidente catalán llevará a la Sala de lo Contencioso-Administrativo del alto tribunal la inhabilitación acordada, pidiendo como medida cautelarísima (la decisión debe adoptarse en un plazo máximo de 48 horas) dejarla sin efecto. Porque la orden de la Junta Electoral es ejecutiva -si el Supremo no dispone lo contrario- y podría suponer también su final como jefe del Gobierno catalán, ya que el Estatuto de Autonomía veta tal condición a quien no sea diputado del Parlamento autonómico.

Sin embargo, esta posibilidad, que en un principio se daba por hecha y que precipitaría un adelanto electoral en Cataluña, se aleja, ya que el órgano arbitral precisó en el texto completo de su resolución (conocido ayer) que tal extremo no es competencia suya, sino del Parlamento catalán. Y la Cámara autonómica, en un pleno extraordinario y urgente celebrado el sábado, cerró filas en torno a Torra.

En cualquier caso, lejos de despejarse el enredo judicial en torno a los líderes independentistas, se complica por momentos. Que aclararlo no está siendo fácil lo confirma, por ejemplo, la división en el seno de la JEC, que el viernes tomó la decisión sobre el líder posconvergente literalmente fracturada por la mitad. El voto particular de los seis miembros que votaron en contra (frente a siete a favor) subraya que el organismo no es competente.

Y la confusión que envuelve el caso del presidente de Generalitat se extiende también a la rocambolesca situación de quien fuera vicepresidente, Oriol Junqueras. Condenado en firme a 13 años de cárcel por el procés, está en prisión, pero las instituciones europeas, que el 19 de diciembre le reconocieron inmunidad como europarlamentario -aunque ya estaba condenado-, siguen ignorándolo. Así, si el lunes la Eurocámara reconoció al líder de ERC como eurodiputado, al igual que a Carles Puigdemont y Toni Comín, el grupo que integran Los Verdes y Alianza Libre Europea (ALE), formado por partidos independentistas, lo nombró vicepresidente primero, además de presidente de ese colectivo.

Junqueras, Puigdemont y Comín (los dos últimos han renunciado a su escaño en Cataluña para asumir el europeo) figuran ya en la web de la Eurocámara, que los espera en el pleno del próximo lunes, ignorando la decisión notificada por la JEC. El líder de ERC la recurrió ayer.

ANÁLISIS

En manos del Supremo y del Parlamento autonómico

Y ahora, ¿qué? ¿Qué escenarios se abren para el futuro inmediato de Torra y Junqueras, ante la cascada de decisiones —administrativas y judiciales— de los últimos días?

La Sala Tercera (la de lo contencioso-administrativo) del Supremo será la que deberá resolver los recursos de Torra y Junqueras contra la decisión de la Junta Electoral Central (JEC) de impedirles ejercer como diputado autonómico al primero y como eurodiputado al segundo.

En el caso del líder de ERC, que ya presentó el recurso pidiendo paralizar el veto de la JEC a que recoja su credencial europea, el alto tribunal deberá pronunciarse en 48 horas, que expiran mañana. La sala tendrá que decidir si suspende o no la decisión del órgano electoral y comunicarlo a la Eurocámara, que pretende que Junqueras tome posesión en el pleno del próximo lunes 13.

La defensa del exvicepresidente sostiene que, de no suspender el acuerdo de la JEC, le provocarían a su representado «daños irreparables e irreversibles», ya que podría ser sustituido en el Parlamento Europeo por el siguiente integrante de la candidatura de ERC. Paralelamente, el Supremo también, pero la Sala de lo Penal —la que lo juzgó— tiene pendiente pronunciarse sobre cómo aplicará la sentencia de la Justicia europea que le reconocía inmunidad. En este asunto, la Fiscalía se opone a poner en libertad a Junqueras y que asuma su escaño, mientras que la Abogacía del Estado es favorable a permitírselo, aunque solicitando cuanto antes a Bruselas que le suspenda dicha protección. Su defensa, por su parte, reclama la nulidad del procedimiento y la puesta en libertad del político.

Ayer, el portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoreka, aseguró —a título personal— que el indulto a los presos independentistas catalanes podría ser una «salida interesante», precisamente cuando se consumaba la investidura de Sánchez gracias a la abstención de ERC.

En lo que respecta a Torra, también recurrirá la inhabilitación de la JEC, como Junqueras. Sin embargo, continuará al frente de la Generalitat, después de recibir el respaldo del Parlamento catalán, pese a que el Estatuto de Autonomía impide ser presidente a quien no tenga escaño.