Redondo, el estratega de Sánchez, sale reforzado y se ocupará de «pensar la España de los próximos 30 años»

Cuando muchos dirigentes del PSOE y hasta miembros del Gobierno socialista pronosticaban que el estratega principal de Pedro Sánchez, Iván Redondo, vería recortado su poder en la Moncloa con la llegada del nuevo Ejecutivo de coalición, el presidente del Gobierno ha hecho todo lo contrario. Para disgusto de sus críticos dentro y fuera del partido, el asesor presidencial de cabecera no solo mantiene todas sus atribuciones como jefe de Gabinete, primer secretario de Estado y secretario del Consejo de Seguridad Nacional, sino que además controla todos los departamentos de asistencia al presidente, desde los asuntos nacionales a los internacionales o institucionales, asumiendo además la Secretaría General de Presidencia y el control de la Oficina Económica del Presidente. Se sentará por tanto junto a la vicepresidenta Carmen Calvo en las comisiones de subsecretarios.

Pero, sobre todo, Redondo tendrá el control absoluto de toda la estrategia de comunicación del Gobierno al quedar bajo su mando la Secretaría de Estado en esta materia, en la que ya era influyente, pero mantenía fricciones con otros responsables. Además, Sánchez ha puesto en manos de su asesor uno de sus proyectos estrella, la creación de la Oficina Nacional de Prospectiva y Estrategia de País a Largo Plazo, que, según explican en el Gobierno, se ocupará de «pensar estructuralmente en la España de los próximos 30 años» con expertos de la sociedad civil para elaborar «una estrategia nacional».

Con el reforzamiento de su poder, Pedro Sánchez demuestra su confianza absoluta en el estratega político que fichó cuando aspiraba a recuperar la secretaría general del PSOE. Redondo fue pieza clave para alcanzar el pacto de Gobierno con Unidas Podemos y superar las diferencias entre el propio Sánchez y Pablo Iglesias, que parecían insuperables.

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