El equipo del español Joan Massagué descrifra el origen de la metástasis

E. M. L. COLPISA

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SLOAN KETTERING CANCER CENTER

El hallazgo podría abrir una vía para encontrar un tratamiento para luchar contra la propagación del cáncer

15 ene 2020 . Actualizado a las 18:14 h.

La metástasis, o propagación de las células cancerosas a otras regiones del cuerpo, es responsable del 90 % de las muertes por cáncer, una enfermedad que en 2018 arrebató la vida a 112.714 personas en España. Sin embargo, lo que hace que las células cancerosas sean capaces de provocar metástasis siempre ha sido un misterio. Un importante estudio realizado por un equipo de científicos del Instituto Sloan Kettering, en Nueva York, liderado por el oncólogo español Joan Massagué, que lleva 30 años investigando sobre el tema, ha logrado descifrar el funcionamiento de la metástasis, que se asemeja al proceso de curación de las heridas. Los hallazgos abren nuevas vías para combatir la propagación de los tumores y han sido publicados en la revista Nature Cancer.

Aunque investigaciones anteriores ya habían relacionado la metástasis con la cicatrización, esta nueva teoría presenta cómo funciona esta conexión a nivel celular y concreta que la metástasis no se deriva de mutaciones genéticas, como se pensaba hasta ahora, sino de una reprogramación de las células cancerosas. La metástasis es bastante frecuente en las personas afectadas de cáncer pero, sorprendentemente, la generación de la misma no es tan sencilla como podría parecer. Para que un tumor se propague, las células cancerosas deben realizar un viaje lleno de obstáculos. Es por ello que menos del 1 % de todas las células cancerosas que se desprenden de un tumor finalmente forman metástasis.

Cuando las células cambian

El problema es que «una vez que las células cancerosas aprenden a sobrevivir en un ambiente extraño es muy difícil deshacerse de ellas, porque se convierten en una entidad completamente diferente al tumor en el que comenzaron», explica la doctora Karuna Ganesh, científica del Programa de Farmacología Molecular de SKI y primera firmante del artículo. La molécula que permite que algunas células completen este viaje con éxito es la proteína de adhesión celular denominada Licam. Estudios previos del laboratorio de Massagué demostraron que los tejidos sanos no suelen producir este compuesto, al contrario que los cánceres avanzados, pero la pregunta era: ¿qué desencadena la producción de Licam? Para sorpresa de los investigadores, las responsables eran las heridas, porque incluso los tejidos sanos necesitan esta molécula Licam para curar heridas o inflamaciones, según sus hallazgos. Así ocurre, por ejemplo, en el intestino grueso al sufrir una colitis ulcerosa, como comprobaron en ratones.

Las heridas son una brecha en la barrera protectora que forman las células que defienden al organismo. Estas células normalmente están unidas entre sí, pero dicha fisura provoca que se separen repentinamente unas de otras. Algo similar ocurre con las células cancerosas que, de forma natural, se encuentran unidas pero que al hacer metástasis se desprenden de sus vecinas. En el primer caso, la Licam permite que las células se muevan hacia la brecha y produzcan nuevos tejidos para cerrar la herida, lo cual es muy bueno para el ser humano al evitarse infecciones o hemorragias. En el segundo, ayuda a que las células metastásicas se separen y viajen a nuevos destinos, algo claramente perjudicial y dañino para la vida.

«Ahora entendemos la metástasis como la regeneración del tejido equivocado [el tumor] en el lugar equivocado, los órganos vitales distantes», afirma Massagué. «La metástasis es la curación de heridas que salió mal», añade la doctora Ganesh. Una lección de este hallazgo es que las células madre que forman tumores primarios son diferentes a las que forman metástasis, por lo que aquellos cánceres, y conocimientos sobre los mismos, que dependen del crecimiento de tumores primarios no sirven para comprender la metástasis ni para desarrollar medicamentos que puedan tratarla.

La conexión entre las células iniciadoras de la metástasis y la curación de heridas abrirá caminos prometedores de investigación para el desarrollo de nuevos tratamientos.