Primer enfrentamiento público entre Warren y Sanders antes de las primarias

Carlos Pérez Cruz WASHINGTON | E. LA VOZ

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Elizabeth Warren y Bernie Sanders
Elizabeth Warren y Bernie Sanders SHANNON STAPLETON | REUTERS

A tres semanas de los caucus de Iowa, no hay claros favoritos en la carrera demócrata hacia la Casa Blanca

15 ene 2020 . Actualizado a las 18:50 h.

A estas alturas de la película, cualquier votante que haya seguido con algo de atención la carrera demócrata hacia la Casa Blanca conoce más o menos las ideas detrás de los principales precandidatos (quizá a excepción de las del multimillonario Tom Steyer, que parece más un comentarista de las de los demás). Puede simpatizar con la izquierda de Bernie Sanders y Elizabeth Warren o con la versión algo más conservadora del Partido Demócrata de Joe Biden, Pete Buttigieg y Amy Klobuchar, pero es probable que si se encuestara el entusiasmo, la motivación por derrotar a Donald Trump sea mayor que la ilusión que generan. El formato y extensión de debates como el de esta pasada madrugada en Iowa no ayudan, pero nadie deslumbra. 

El que ha sido el último debate televisado previo al inicio de las primarias demócratas llegaba con el morbo de la ruptura de un pacto de no agresión. Warren y Sanders, con programas casi gemelos, llevaban meses eludiendo el conflicto. Pero una filtración de la senadora a CNN parece haber enturbiado la relación. Sugiere Warren que Sanders le dijo durante una conversación privada que una mujer no puede ser presidenta de Estados Unidos. Eso sí, no explica el contexto en que pudo realizar aquel comentario que el senador niega haber hecho.

SHANNON STAPLETON | REUTERS

Sanders asegura que ya defendió hace treinta años que una mujer puede ser presidenta. Warren, que ella y Amy Klobuchar son las únicas que nunca han perdido unas elecciones, al contrario que los hombres que las acompañaban en Iowa. Al finalizar el debate, ya sin micros abiertos, Bernie Sanders y Elizabeth Warren se cruzaron en el escenario e intercambiaron una breve pero tensa conversación que comenzó con ella negándole la mano.

El desplante y el duelo de versiones sobre lo dicho por uno y por otro fue lo más llamativo de un debate que reincidió en las discusiones sobre los planes sanitarios divergentes o las flaquezas y fortalezas de cada uno de los candidatos para derrotar a Donald Trump. Frente al show del presidente, la sobriedad de los demócratas. A tres semanas de los caucus de Iowa, primera cita de las primarias, no hay un favorito claro. No es por falta de ideas, pero por ahora no se vislumbra el antídoto contra Trump.