La Fiscalía acorrala a Trapero con el supuesto plan para detener a Puigdemont

Ana Balseiro
Ana Balseiro MADRID / LA VOZ

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Duda de su existencia, pese a que el exjefe de los Mossos insiste en que ordenó diseñarlo antes de la declaración de independencia

21 ene 2020 . Actualizado a las 21:35 h.

«¿Por qué no contó que había un plan para detener a Puigdemont hasta que declaró en el Supremo? ¿Por qué no lo dijo durante la instrucción en la Audiencia Nacional? ¿Existe algún documento que sustente que ese plan existía?». El fiscal Miguel Ángel Carballo acorraló este martes al exjefe de los Mossos d’Esquadra, Josep Lluís Trapero, en la recta final de su interrogatorio en la Audiencia Nacional, donde se le juzga por rebelión, junto a otros mandos del cuerpo policial. Carballo cuestionó que, en contra de lo que sostenía Trapero, hubiera realmente un plan para detener al entonces presidente catalán, Carles Puigdemont, en caso de que procediera a la declaración unilateral de independencia (DUI), algo que ocurrió el 27 de octubre del 2017.

La insistencia del fiscal, volviendo una y otra vez sobre el asunto, hizo que, por primera vez en dos días de declaración, el aplomo de Trapero se resquebrajara para dar paso al nerviosismo. A la cuestión de por qué no lo había contado durante la instrucción de la causa, respondió con un ataque: «Porque intenté responder a lo que se me preguntaba. Y muchas veces tampoco se me daba la oportunidad de explicarme demasiado».

Su letrada intervino para precisar que Trapero sí había explicado con anterioridad que se había puesto en contacto con el fiscal jefe y con el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) para «ponerse a su disposición» ante la declaración de independencia, algo que el exjefe de la policía autonómica calificó de «barbaridad» y de hechos «muy graves». Tanto su defensa como él mismo insistieron en que ya desde el 25 de octubre, es decir, dos días antes de la DUI, dio orden -por correo electrónico- a los mandos de la prefectura para que prepararan «un eventual plan» en caso de que la declaración de ruptura unilateral se produjera.

Carballo, sin embargo, volvió a la carga precisando que, aunque era cierto que Trapero se puso a disposición de las autoridades judiciales, lo que preguntaba era por qué motivo no les ofreció ni explicó el plan de detención que decía tener. «Pues porque, como mucha gente, esperábamos que esa situación [la DUI] no saliera para adelante», explicó, visiblemente nervioso, insistiendo en que el 24 de septiembre había hablado con otros mandos (los comisarios Ferrán López y Molinero) de que debían prepararse para actuar ante la deriva independentista. «Hablamos de que, si iban a hacer esa barbaridad [la ruptura], el fiscal y el TSJC podrían pedirnos la detención. Si pasa, ¡hostia! [sic]... perdón, que no nos pille... Teníamos que estar preparados», detalló.

Sobre la prueba documental que pedía Carballo, Trapero se limitó a referir el correo del día 25, en el que dio las «instrucciones» al respecto al comisario Ferrán López. «Está aportado a la causa. Usted valorará, señoría», zanjó, ante la insistencia del fiscal.

Tristeza «enorme»

El acusado, que este miércoles responderá a las preguntas de su defensa, continuó con su estrategia de desvincularse del independentismo. Aseguró que no tenía «ni idea» de los «planes estratégicos» del Gobierno catalán para forzar la independencia y que sentía una «tristeza enorme» al escuchar lo que se dice que habían hecho. «Cuando no hemos hecho nada», agregó. Consideró injusta su imputación, defendiendo de nuevo que los Mossos habían hecho todo lo posible para evitar el referendo ilegal y no, como dijo el fiscal, «quedar bien ante quienes lo promovían». «No es no querer, es no poder», subrayó.

Sin embargo, pese a defender el trabajo de la policía autonómica para preservar el orden constitucional, admitió que hubo algunos agentes -«no superan el centenar»- que no «estuvieron a la altura»: «Hicieron menos de lo que les tocaba hacer, por motivaciones ideológicas».