Trapero desvela que se ofreció a detener a Puigdemont él mismo

Ana Balseiro
ana balseiro MADRID / LA VOZ

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Trapero, a su llegada a la sala de la Audiencia Nacional donde se celebra el juicio por su participación en los sucesos de octubre del 2017
Trapero, a su llegada a la sala de la Audiencia Nacional donde se celebra el juicio por su participación en los sucesos de octubre del 2017 Eduardo Parra

El exjefe de los Mossos aprovechó las preguntas de su letrada para dar más detalles del plan de arrestos del que duda la Fiscalía

23 ene 2020 . Actualizado a las 08:42 h.

El exjefe de los Mossos d’Esquadra durante la intentona secesionista del 2017, Josep Lluís Trapero, aprovechó este miércoles el turno de preguntas de su abogada, Olga Tubau, para dar más detalles del plan que, como avanzó ante el Supremo, existía para detener al entonces presidente, Carles Puigdemont, en caso de que promulgara la declaración unilateral de independencia (DUI), como ocurrió el 27 de octubre de aquel año. La víspera, el fiscal le acorraló con sus preguntas sobre un plan de cuya existencia dudó, y Trapero se explayó este miércoles en los detalles. Desveló que se ofreció a detener a Puigdemont él mismo, pero que los comisarios Ferran López y Joan Carles Molinero le disuadieron, asumiendo ellos el cometido.

Explicó que los tres tuvieron una reunión el día 24, ante la posibilidad de que el Gobierno catalán optara por la DUI -que volvió a calificar de hecho «grave»- y los Mossos pudieran recibir la orden judicial de detención del presidente «y de las personas que hubiesen liderado esa acción». «¿Entendéis que lo detenga yo, que soy el máximo responsable del cuerpo?», les preguntó. Ellos -relató- le dijeron que no, que lo harían ellos porque Trapero debía quedarse al mando en la central. «Yo les dije que era un tema de trascendencia, que la va a tener de por vida, y que son los máximos responsables del cuerpo los que tienen que hacer las detenciones», rememoró, asegurando que les dio «indicaciones» -había previsto hasta usar un helicóptero para sacar del Parlamento a los detenidos- y que así quedó plasmado en un correo enviado al día siguiente y obrante en la causa.

Trapero también reforzó el mensaje, repetido desde el lunes, de desvincularse del independentismo. No solo insistió en que avisó a Puigdemont de que debía desconvocar la consulta ilegal -«espero, president, que no tengamos que lamentar una desgracia»-, sino que dijo «arrepentirse» de no haber convocado una rueda de prensa para dejar clara cuál era su postura.

Igualmente, responsabilizó a la Policía Nacional y a la Guardia Civil del fracaso del dispositivo de seguridad del 1-O, pues los mandos de los tres cuerpos habían pactado un «único dispositivo» de actuación. Defendió el trabajo de los Mossos -les acusan de «pasividad»- aseverando que se enmarcaba en el protocolo implantado desde el 2013 para cambiar su imagen violenta.

También desveló que, después de su cese como jefe de la policía autonómica, el presidente Torra, tras desactivarse el 155, le ofreció volver y él lo rechazó, igual que la propuesta de entrar en política.

Laplana, sobre el cerco del 20-S a la consejería: «Jordi Sànchez no es nadie para exigir a la policía» 

Teresa Laplana, intendente de la policía catalana, respaldó la versión de Trapero sobre lo ocurrido el 20 de septiembre del 2017 en el multitudinario cerco a la Consejería de Economía durante el registro de la Guardia Civil. Negó que fuese la responsable del operativo aquel día, así como también conocer con anterioridad al presidente de la ANC, Jordi Sànchez, condenado por sedición.

Aseguró que habló con Sànchez cuando se lo ordenaron, porque podía «colaborar» y hacer un pasillo de voluntarios que facilitara el desbloqueo de la consejería, pero negó que se admitieran órdenes del líder de ANC. «No es nadie para exigir a la policía», señaló a preguntas del fiscal y de su defensa, que comparte con Trapero.

Laplana, que se enfrenta a cuatro años de cárcel por sedición, explicó que no trató de «impedir o entorpecer» el registro de la Guardia Civil, sino facilitar que se desarrollara «con la mayor normalidad». Recordó que estaba de baja aquel día -la mantiene en la actualidad, por lo que no asistirá al resto de sesiones del juicio- y lamentó no haber podido atender «a tiempo» todas las peticiones de la Guardia Civil.