Las operadoras esperan que el Reino Unido y la UE lleguen a un acuerdo sobre el roaming entre mayoristas
01 feb 2020 . Actualizado a las 17:59 h.Todos los divorcios son fuente de incertidumbre y acaban afectando a los bolsillos. El brexit no es una excepción. Al margen de los costes burocráticos y comerciales que tendrá la salida del Reino Unido de la Unión Europea, la separación ha dejado a millones de usuarios de telefonía con la duda: ¿Qué va a pasar ahora con el precio de las llamadas? ¿Volverá el roaming?
Los célebres sobrecostes que imponían las operadoras a las llamadas itinerantes desde otro país miembro de la UE desaparecieron el 15 de junio del 2017. Desde entonces, a un gallego le cuesta lo mismo llamar a casa desde Barcelona, Londres o Edimburgo. Lo mismo ocurre con los mensajes y los datos. Ahora bien, la salida de los británicos rompe el marco en el que se fraguaron los cambios legislativos promovidos por Bruselas. El Reino Unido es, sobre el papel, un país extracomunitario. Ya no pertenece a la UE aunque su periodo de desconexión se prolongue hasta el 31 de diciembre. ¿Eso significa que ya no se aplicarán las normas de telefonía? No. Las compañías confirman que no habrá cambios en las tarifas. Al menos este año. Las llamadas desde el Reino Unido no se encarecerán, para tranquilidad de trabajadores, turistas y familiares de la colonia de 139.236 españoles que residen en el país (12.300 de ellos gallegos).
A corto plazo no habrá subidas. Todo seguirá igual hasta finales del 2020, según declararon a EFE Telefónica, Orange, Vodafone y MásMóvil. Otra cosa es lo que ocurra el día después de la desconexión total. Las compañías esperan que el Gobierno británico y los Veintisiete sellen un acuerdo en el que se incluyan referencias de las ratifas entre mayoristas. Si no hay trato y los precios suben, podrían acabar afectado a los usuarios. Uno de los operadores que ha empezado a mover ficha es Telefónica. La empresa está en conversaciones con el Ejecutivo británico para que las tarifas de roaming entre mayoristas formen parte del acuerdo futuro. La clave está en saber si se mantendrán o no las tarifas que se cobrarán unas compañías a otras, las cuales en junio de 2017 quedaron fijadas en 32 céntimos por minuto para las llamadas y 1 céntimo para los mensajes.
La Comisión Europea fijó un calendario para reducir progresivamente los límites de precios al menos hasta 2022, con el fin de abaratar las facturas y facilitar las conexiones dentro del mercado único. Una tendencia que se podría revertir en el Reino Unido si no se alcanza un acuerdo. El país ya no está sujeto a la legislación europea.