El funcionariado desafía a Costa con una huelga general

begoña íñiguez LISBOA / CORRESPONSAL

ACTUALIDAD

MARIO CRUZ | EFE

La convocatoria tuvo una adhesión de más del 90 % en los hospitales y centros de enseñanza

01 feb 2020 . Actualizado a las 10:41 h.

A seis días de votarse en el Parlamento luso los presupuestos generales de este año y con las negociaciones en curso para poder aprobarlos, los funcionarios dieron ayer su primer tirón de orejas al Gobierno minoritario del socialista António Costa desde que accedió al cargo en el 2015. Los empleados públicos secundaron mayoritariamente la huelga general, convocada por los sindicatos mayoritarios, UGT y CGTP, y la Fenprof, de los profesores, para protestar contra sus condiciones de trabajo y «la subida insuficiente de los salarios públicos que se establece en el proyecto de los presupuestos del 2020, de tan solo un 0,3 %», dijo Mario Nogueira, portavoz de la Fenprof.

El idilio entre los sindicatos y Costa ha acabado, como quedó claro ayer en las palabras de los trabajadores, que prometen seguir luchando si el Gobierno no cede. Nogueira fue especialmente duro. «Este Gobierno es arrogante y prepotente, no escucha a nadie y está promoviendo una campaña pública para denigrar a los funcionarios», afirmó delante del Parlamento de Lisboa, al final de la manifestación.

A falta de datos oficiales, la adhesión, según los sindicatos convocantes, superó el 90 % en los principales hospitales y centros de salud públicos, de norte a sur del país. Fue secundada por más de un 75 % de los médicos, enfermeros y personal sanitario, lo que obligó a suspender la gran mayoría de las consultas y cancelar las cirugías no urgentes.

Paros en la educación

Lo mismo ocurrió con los centros educativos. El panorama fue ayer el mismo en los colegios de Lisboa, Oporto, Coímbra, Braga o Faro: escuelas cerradas, alumnos sin clase, obligados a volver a sus casas al no poder entrar en los centros. También sufrieron los efectos de la paralización de ayer los usuarios de los transportes públicos en Lisboa y Oporto, tanto del metro, como del autobús, trenes de cercanía y barcos, en el caso de Lisboa. La huelga, además, tuvo una adhesión prácticamente del 100% en el servicio de recogida de basuras y de residuos de la vía pública.

Los sindicatos, como se evidenció durante la jornada de huelga general de ayer, exigen al Gobierno de Costa que rectifique y que se siente a negociar con ellos antes de la aprobación de las cuentas públicas en el Parlamento portugués el próximo jueves. UGT, CGTP, Fenprof y los otros sindicatos de la función pública convocantes de la movilización exigen también al Ejecutivo del socialista que reconozca sus carreras profesionales, teniendo en cuenta la antigüedad a la hora de determinar sus salarios, lo que no ocurre ahora, y que tomen medidas para frenar la precariedad, que abunda entre los funcionarios lusos.