La tensión y los reproches se disparan en «Maestros de la costura»

La Voz REDACCIÓN

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La diseñadora María Escoté perdió los nervios en una noche en la que Marc se convirtió en el segundo expulsado

04 feb 2020 . Actualizado a las 13:57 h.

Comienzan las rencillas, los tiras y aflojas, las estrategias de descarte, la competitividad entre aprendices y jueces, entre patrones y máquinas de coser en Maestros de la Costura, que en el segundo programa ha expulsado a Marc. «Confío en ellos, pero tengo a todas las ovejas negras de un rebaño», dijo La Brava sobre David, Joshua, Marc y Laura en la prueba por equipos, según Efe.

Pero Begoña, la otra jefa de equipo también dedicó algunos calificativos sus compañeros a los que no tiene como buenos profesionales. Sin embargo, fue Laura, que formaba parte del equipo contrario, la que la afeó su actitud y comentó que debajo de su apariencia de «mojigata» se encontraba una persona muy diferente. Un comentario al que Begoña con templanza dedicó un despectivo «me da igual lo que la gente piense».

Un comentario que para María Escoté respondía a su «mal perder» ya que Laura tuvo que ir a la prueba de expulsión para salvarse. Margarita resultó ser una aprendiz clave a lo largo de la noche: fue la elegida por Begoña como la estrella de su equipo por su creatividad; pero también la reclamó Laura en la prueba de expulsión, cuando solicitó el imperdible, el comodín ante un momento crítico con el que los aprendices pueden solicitar la ayuda de uno de sus compañeros.

El segundo programa de la nueva edición comenzó la noche del lunes con un revival a los 60 y a la minifalda de Mary Quant una de las prendas «favoritas» de María Escoté, que además de jurado participó en la costura de una de las faldas. Una prueba en la que la diseñadora no dudó en afirmar que ella se «curraba» más los retos en la costura que sus compañeros Lorenzo Caprile y Alejandro Palomo, alma creativa de Palomo Spain.

Poco antes había entrado en el plató la adalid española de la falda «mini», la cantante Massiel, que contó que su abuelos, sus tíos y sus padres eran sastres. «Yo he visto coser mucho».

El gran Courrèges le hizo el traje de Eurovisión que ella misma pagó «porque nadie me ofreció vestuario» para ir al festival. Y ha desvelado que convenció al maestro francés «porque le hice gracia. Le dije que si él me hacía el vestido ganaría» con lo que eso significaba de repercusión para el costurero. Y no se equivocó.

La prueba por equipos se desarrolló en ISEM Fashion Business School (Universidad de Navarra) donde Begoña y Brava demostraron su gusto por las metáforas y el refranero para imponer su criterio como capitana de cada equipo. Un momento en el que, Caprile despertó tensión, diversión y pasiones entre las concursantes. Begoña llegó a decir al diseñador que si la miraba tan fijamente iba «a caer en sus encantos», mientras que el diseñador le espetaba a La Brava que con él se tomaba muchas «confianzas».

La diseñadora Vicky Martín Berrocal acudió como invitada a la prueba de expulsión para observar el trabajo de los aprendices que Caprile calificó de «increíble». El creador alabó a los concursantes y les dijo que habían realizado «un trabajo increíble» para ser el segundo programa, algo que, según el diseñador, no se había visto en el Maestros hasta ahora.