Crisis en el partido de Macron tras oponerse a alargar la baja por el fallecimiento de un hijo

Paula Rosas PARÍS / COLPISA

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El presidente francés, Emmanuel Macron
El presidente francés, Emmanuel Macron OLIVIER HOSLET

El Gobierno francés admite que ha sido un «error» y dice que se han «malinterpretado» las palabras del presidente insinuando poca «humanidad» de los parlamentarios

06 feb 2020 . Actualizado a las 11:22 h.

Un asunto como ese solo podía generar consenso. Ampliar la baja por el fallecimiento de un hijo en el momento más terrible para una persona debía haber pasado sin problemas en el país de la semana laboral de 35 horas y las cinco semanas de vacaciones pagadas. Izquierda, derecha y hasta la patronal lo apoyaban porque, ¿quién podría oponerse a una reforma así? Pues en un alarde de torpeza política, el Gobierno de Emmanuel Macron acaba de sumirse en una nueva crisis al oponerse al texto, trufar el debate parlamentario de comentarios técnicos, y a todas luces insensibles, y servir la polémica en bandeja a la oposición.

Un «error», ha reconocido el Ejecutivo, pero que podría costarle muy caro con las elecciones municipales a la vuelta de la esquina. Para rematar la faena, los intentos del propio presidente por calmar la crisis llamando al Gobierno a actuar con «humanidad» han desatado un profundo malestar entre muchos de los diputados de su partido, La República en Marcha (LREM). Algunos de los que votaron en contra de sus principios siguiendo la disciplina parlamentaria se sienten ahora arrojados a los leones.

La portavoz gubernamental intentó aclarar este miércoles que las palabras del presidente se habían «malinterpretado», y que no se refería ni a los diputados ni al Ejecutivo, sino que «había que encontrar un camino de humanidad que permitiera responder a esa preocupación». La aclaración llega tarde. La tensión crece dentro de la formación y, según relataba a Le Figaro una fuente interna del grupo parlamentario, las críticas contra el Ejecutivo e incluso contra el propio Macron, al que los más díscolos le acusan de aislarse de sus diputados y de usarlos como peones, van en aumento. El hecho de que el presidente tenga que justificarse ante sus propios diputados a través de su portavoz del Gobierno parece corroborar ese supuesto distanciamiento del que hablan sus críticos. Ante la frustración, fuentes del partido advierten que entre 50 y 100 de los actuales parlamentarios de LREM podrían no volver a presentarse en el 2022.

«Donar» vacaciones

La nueva crisis se remonta al pasado jueves cuando, bajo la dirección del Ejecutivo, los diputados de LREM rechazaron extender de 5 a 12 días la baja por la muerte de un hijo menor de edad, propuesta del partido centrista UDI, aliado del Gobierno en la Asamblea. El debate se encendía con las contestaciones poco afortunadas de la ministra de Trabajo, Muriel Penicaud, que dijo oponerse a la medida porque esta baja «la iban a pagar al 100 % las empresas», pero llegó a su grado máximo de surrealismo cuando una diputada de la mayoría, Sereine Mauborgne, sugirió que fueran los compañeros de esos padres que han perdido un hijo los que «donaran» días de sus vacaciones para que pudieran alargar el duelo.

La incomprensión por la reacción del Gobierno fue tal que al día siguiente hasta la patronal francesa se manifestaba a favor de la proposición de ley. Ante el escarnio general, y tras la llamada de atención de Macron, el Ejecutivo ha anunciado que va a volver a votar la propuesta, pero con modificaciones para añadir «un acompañamiento psicológico de los padres», respaldar «los gastos del sepelio» y que sea la Seguridad Social la que se haga cargo de la baja y no las empresas. Una rectificación que no ha logrado apagar la polémica.