Casado ofrece a Sánchez estabilidad presupuestaria a cambio de que rompa con los independentistas

Francisco Balado Fontenla
Fran Balado REDACCIÓN / LA VOZ

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Juan Carlos Hidalgo | Efe

La Moncloa recrimina al líder del PP que use de «rehenes» al CGPJ y a otros organismos

17 feb 2020 . Actualizado a las 21:03 h.

La renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), de la presidencia del Tribunal Constitucional, del Defensor del Pueblo, de la dirección del Tribunal de Cuentas o del Consejo de Administración de RTVE tendrán que seguir esperando. Estos cambios pasan por un acuerdo en el Congreso de tres quintas partes de la Cámara, una mayoría reforzada que en la práctica casi obliga a un pacto entre el PSOE y el PP que no se espera a corto plazo. La reunión de este lunes en la Moncloa entre Pedro Sánchez y Pablo Casado, primer encuentro formal desde que el líder socialista logró formar Gobierno con Podemos, se ha saldado con un fracaso absoluto y con acusaciones cruzadas sobre la culpabilidad por el manifiesto bloqueo. El CGPJ está a punto de cumplir año y medio en funciones, y nada invita a pensar que esta situación excepcional no se alargue toda la legislatura.

El líder del PP acudió este lunes a la Moncloa con la mano tendida ofreciendo su apoyo a Sánchez no solo para proceder a la pendiente renovación de estos organismos, sino hasta para brindarle los votos necesarios para que logre aprobar los Presupuestos sin pasar por la caja del secesionismo. A cambio, exigió abortar la mesa de diálogo con el Gobierno catalán y que no modifique el Código Penal para beneficiar a los condenados por el desafío independentista. En el plano económico, le reclamó respetar la reforma laboral de Rajoy, «que ha creado empleo», y renunciar a la subida de impuestos avanzada por el Gobierno.

Casado también trasladó otras reivindicaciones al presidente del Gobierno, como que mantenga «el reconocimiento de Juan Guaidó como presidente» de Venezuela, anular el nombramiento de Dolores Delgado como fiscala general del Estado por su falta de «imparcialidad» y la defensa de Ceuta y Melilla ante la presión de Marruecos.

Dos de las exigencias están muy relacionadas con Galicia: la devolución del IVA adeudado a las comunidades autónomas (en Galicia, 204,7 millones) reclamado por presidentes de todos los signos políticos, y la actualización del modelo de financiación autonómica en el que se incluyan la dispersión geográfica y el crecimiento poblacional como dos factores a tener muy en cuenta.

Réplica del Gobierno

El jefe de la oposición encontró de inmediato la respuesta del Gobierno a través de su portavoz, María Jesús Montero, quien aseguró que no pueden renunciar a «su programa electoral», porque estarían incurriendo en un «fraude». Montero se refirió a la propuesta de Casado como un cúmulo de «palabras huecas» al entender que la oposición «no puede tratar de imponer el proyecto de los Presupuestos al Gobierno». Y acusó a Casado de perjudicar a las instituciones por su actitud «negacionista» y «obstruccionista» sobre la renovación de los órganos constitucionales como el CGPJ y el resto de instituciones que usan «de rehenes» para hacer oposición «de forma desleal» y seguir en «el bloqueo». 

La vicepresidenta Carmen Calvo exigió a Casado «lealtad institucional» indicándole que «el constitucionalismo» del que tanta gala hace también pasa por abrirse a la renovación del CGPJ. 

Intercambio de acusaciones

Tras el encuentro, el Gobierno ha constatado a través de un comunicado que persiste la situación de «bloqueo» que atribuye exclusivamente a la actitud del PP. El propio Sánchez usó Twitter para reprochar que Casado ha dejado claro que «o se hacen sus políticas o España no puede contar con el PP» y reiterar que debe «salir del bloqueo y hacer una oposición leal».

Por su parte, Casado ha atribuido cualquier tipo de bloqueo a la actitud del Gobierno, pese a describir la reunión como «cordial», además de asegurar que mantiene la «mano tendida» para los acuerdos de Estado, siempre que haya un cambio total de las políticas del Ejecutivo.

Un encuentro predestinado al fracaso 

Hora y media de encuentro entre Pablo Casado y Pedro Sánchez no sirvió para avanzar hacia algún acuerdo para renovar en instituciones cargos que están en funciones desde hace más de un año o para alcanzar pactos en políticas de Estado. Solo fue útil para que ambos se armasen de munición de cara a las próximas semanas y a las convocatorias electorales en Galicia y en el País Vasco.

En la dirección del PP consideran que la cita en la Moncloa estaba condenada de antemano al fracaso, y que Sánchez solo cursó la invitación como parte de una calculadísima estrategia para seguir cultivando su imagen de presidente dialogante y dispuesto a llegar a acuerdos con el principal partido de la oposición.

«Si el intento por parte del PSOE era que de esta reunión saliéramos dando un portazo diciendo ‘no es no’ se han equivocado. Quizá al Gobierno le podía venir bien para pintar a una oposición radical e instalada en el bloqueo. Pero si esa era la estrategia, se ha pinchado el globo. Y si quieren pintar al PP como radicales, han pinchado en hueso. Nos han dejado el centro», argumentó Casado escudado en que los pactos de Sánchez con ERC o con Bildu le han hecho ceder la posición central del tablero.

El líder del PP señaló también que la intervención de Sánchez en el comité federal del PSOE era una «forma curiosa de calentar» una reunión «con alguien al que supuestamente llamas para llegar a acuerdos». Y es que acusó a los populares de no haber aceptado el resultado electoral, de «sobreactuar» y de mantener un nivel exagerado de «beligerancia».

Feijoo: «Sería bueno que Sánchez y Casado lleguen a acuerdos, pero la verdad es que los antecedentes no pueden ser peores»

Lucía Rey

«Sería bueno que pudiese haber algún acuerdo», aseguró este lunes Núñez Feijoo en alusión al encuentro en la Moncloa entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder de la oposición, Pablo Casado. Pero pronto el presidente gallego abandonó el optimismo de que ambos alcanzasen algún pacto, y aseguró: «Me gustaría que saliese bien, pero el presidente del Gobierno se ha dedicado el fin de semana a deteriorar las posibles alianzas o acuerdos o contactos con el PP». Y abundó en que «de momento, siempre que el secretario general del PSOE, el señor Sánchez, y el señor Casado se han reunido, el señor Sánchez parece que tiene un objetivo, y es que salga mal cualquier tipo de conversación o contacto con el PP, y, de momento, siempre ha cumplido su objetivo».

El presidente de la Xunta también avisó de que «los antecedentes no pueden ser peores». En este sentido, censuró que Sánchez dijese que «no» a todos las propuestas realizadas por el PP. «Le hemos ofrecido en la época de Rajoy formar parte del Gobierno, un pacto de legislatura, y ha dicho que no. Y ahora, después del abrazo con Podemos 48 horas después de votar y, por lo tanto, del no definitivo al PP, la verdad es que los antecedentes no pueden ser peores», expresó el líder de los populares gallegos.

Y aunque, dijo, «las discrepancias entre Sánchez y el PP son conocidas», reiteró que «sería bueno que pudiese haber algún acuerdo». «Como representante del PP en Galicia y presidente del PP en Galicia, me gustan más los acuerdos que las discrepancias», apuntó Núñez Feijoo al ser preguntado por los periodistas tras mantener un encuentro con representantes del comité de empresa de Alcoa en San Cibrao, en Cervo (Lugo).

Por su parte, el secretario de justicia e interior del PP, Enrique López, solicitó este lunes a Pedro Sánchez que vuelva a «la senda de la defensa de la unidad de la nación española, a la defensa de la igualdad de los españoles y a la defensa del Estado de derecho», en sintonía con las declaraciones de Pablo Casado.

A preguntas sobre la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), el también consejero en la Comunidad de Madrid señaló que «España tiene problemas más importantes y más graves como son la renovación de los órganos constitucionales».