Trasplantan por primera vez el corazón de un donante en parada cardiorrespiratoria

Raúl Romar García
r. romar REDACCIÓN

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COMUNIDAD DE MADRID

La nueva técnica permitirá aumentar hasta en un 10 % la donación de órganos cardíacos

17 feb 2020 . Actualizado a las 19:23 h.

Algo más de treinta personas que cada año esperan sin éxito un trasplante de corazón tendrán a partir de ahora la posibilidad de recibirlo. La esperanza de poder sobrevivir se les abre ahora con una nueva técnica que permite recuperar el órgano cuando este ha dejado de latir por completo, cuando ha perdido todas sus funciones cardiorrespiratorias.

Es lo que se conoce como donación en asistolía, un procedimiento que ha permitido aumentar de forma notable en los últimos años los órganos para trasplante, hasta el punto de que casi tres de cada diez operaciones se realizan en la actualidad en estas circunstancias. Solo que hasta ahora el corazón era la única parte del cuerpo que no se podría reaprovechar. Con la nueva técnica de trasplante de corazón reanimado tras la muerte circulatoria se podrán aumentar hasta en un 10 % este tipo de intervenciones, lo que en términos absolutos, y teniendo en cuenta que cada año se realizan unos 320 trasplantes de este tipo en España, supone que unos 30 pacientes tendrán la oportunidad de salvarse.

El primer trasplante en España de corazón procedente de un paciente fallecido por parada respiratoria acaba de ser realizado por profesionales del Hospital Puerta de Hierro de Majadahonda, en la Comunidad de Madrid. Jorge Washington, el beneficiario del nuevo órgano, llevaba seis meses en lista de espera y sus opciones se estaban agotando. «Antes del trasplante vivía prácticamente en el hospital, no podía caminar, me agitaba. Mi vida era casi, casi vegetal», explicó en la presentación de la intervención a la que fue sometido, en la que también participó la directora de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), la compostelana Beatriz Domínguez Gil.

Pero, ¿en qué consiste la técnica? Lo habitual, hasta ahora, es que los corazones para trasplante sean aportados por pacientes fallecidos por muerte cerebral o encefálica, ya que para recuperar aprovechar el órgano de las personas que fallecen por parada cardiorrespiratoria -cuando el corazón ha dejado de latir y la muerte del paciente ha sido declarada- tenían que producirse unas condiciones muy especiales que permitieran al corazón seguir vivo.Es por ello que hasta ahora se consideraba que el órgano de una persona que perecía en estas condiciones no era apto para trasplante.

Para solventar este problema lo que hicieron los profesionales del Hospital Puerta de Hierro fue recuperar el corazón en el propio cuerpo del fallecido antes de la extracción mediante una máquina de circulación extracorpórea (ECMO), que mantiene el órgano oxigenado y en funcionamiento. Una vez confirmada su buena función, es extraído e implantado en el receptor. En este caso concreto, además del corazón también se pudieron aprovechar los riñones, el hígado y otros tejidos, que se podrán utilizar para otros enfermos que los necesiten.

España se ha convertido, de esta forma, en el tercer país de Europa en realizar con éxito este tipo de trasplante, tras el Reino Unido, el país pionero junto a Australia, y Bélgica, y el quinto del mundo, tras el caso publicado en Estados Unidos el pasado diciembre. «Es un gran paso para la Medicina Intensiva Española, porque nuestro modelo de donación y trasplante se sustenta en la figura del coordinador de trasplantes, que en la mayoría de los casos es un intensivista», destaca sobre el caso Juan José Rubio, uno de los doctores que participaron en la intervención y coordinador del Grupo de Trabajo de Trasplantes de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias.

También es posible realizar este tipo de trasplante sin el uso de la máquina de circulación extracorpórea, tal y como se ha hecho en Australia y Gran Bretaña anteriormente. «En este caso se extrae el corazón una vez fallecido el paciente, se coloca en una máquina de recuperación y preservación ex vivo, se evalúa y se trasplanta, si procede. En nuestro caso, como se hizo también en Bélgica, hemos utilizado una ECMO para recuperar el corazón in situ, sin extraer y, una vez valorado, lo hemos explantado y trasplantado en el receptor», explica la doctora Marina Pérez Redondo, coordinadora de Trasplantes del Hospital Universitario Puerta de Hierro. 

Sin embargo, el uso de la ECMO para la recuperación del corazón puede suponer un ahorro de costes con respecto a las técnicas utilizadas en otros países, además de permitir una evaluación del corazón más completa. Lo que parece claro es que este procedimiento permitirá salvar vidas. «Se estima que el programa de trasplante cardíaco de donantes en asistolía podría aumentar la disponibilidad de corazones para trasplante entre un 5 % y un 10 % en España», resalta Marina Pérez.

Este tipo de trasplante tiene identificado un perfil de donante: menores de 45 años con una buena función ventricular. En cuanto a los receptores, se establecen las mismas condiciones que ya existen para los que reciben corazones de donantes en muerte encefálica.