Pablo Casado impone la coalición con Cs a Alonso, quien no dimitirá pese a la presión

Francisco Balado MADRID / LA VOZ

ACTUALIDAD

BENITO ORDÓÑEZ

La alianza garantiza al partido naranja dos segundos puestos en las listas vascas

21 feb 2020 . Actualizado a las 21:35 h.

PP y Cs concurrirán a las elecciones del próximo 5 de abril en el País Vasco de la mano mediante una coalición bautizada como PP+Cs tras el acuerdo sellado este viernes entre la dirección nacional de los populares y la gestora que lleva las riendas del partido naranja desde la marcha de Albert Rivera.

La coalición fue registrada el viernes ante la Junta Electoral en el último día de plazo pese al rechazo del presidente del PP del País Vasco, Alfonso Alonso, quien sí aceptaba un pacto con Ciudadanos, pero no en los términos en los que finalmente se produjo. El exministro de Sanidad y exalcalde de Vitoria entiende que la formación de Inés Arrimadas está sobrerrepresentada en el acuerdo en las posiciones de salida, en especial tras habérsele concedido los segundos puestos en las listas electorales en las circunscripciones de Álava y Vizcaya, según airearon desde ambas formaciones. «Es inasumible, no guarda relación con la realidad de cada partido aquí», denunciaron desde el PP vasco. Hasta la fecha, Cs nunca había contado con un solo diputado autonómico ni nacional en las tres provincias.

Alonso fue citado por la dirección nacional del PP para que se presentase en Madrid para rubricar un acuerdo negociado directamente entre las direcciones nacionales de los dos partidos, pero decidió no acudir al encuentro en señal de protesta. Desde Génova apuntan que dejó de contestar al teléfono.

Se da la circunstancia de que Pablo Casado confirmó recientemente a Alfonso Alonso como candidato de los populares a lendakari. Y a pesar de la invitación de la dirección nacional filtrada a la prensa para que presentase su renuncia si no estaba conforme con los términos del acuerdo, desde el entorno del presidente del PP vasco confirmaron este viernes que no dimitirá, dando por sentado que liderará la coalición. Tal y como se recoge en el documento firmado entre el secretario general del PP, Teodoro García-Egea, y el vicesecretario general de Cs, Carlos Cuadrado, «el cabeza de lista será designado por el Partido Popular», por lo que todo apunta que salvo una nueva intervención de Génova, que no puede descartarse, Alonso seguirá optando a la presidencia del País Vasco.

En el texto del acuerdo también se «garantiza dos puestos de salida para Cs», pero no se hace referencia a los números dos en Vizcaya ni Álava, el punto de desencuentro entre Alonso y la dirección de Madrid.

El plazo para la presentación de las listas electorales no concluye hasta el próximo 1 de marzo, y los populares vascos confían en poder renegociar la situación hasta entonces. Génova transmite firmeza y asegura que no hay marcha atrás.

Cesiones de Cs

Inés Arrimadas, portavoz de Cs en el Congreso y aspirante a liderar la formación naranja tras el congreso del 15 de marzo, celebró en las redes sociales el acuerdo: «¡Gran noticia! Los constitucionalistas unimos fuerzas en el País Vasco». Según el documento acordado, Cs renuncia a dos pilares de su discurso respecto al País Vasco: «Acepta el concierto económico» y se compromete a «respetar los regímenes forales de los territorios de Álava, Guipúzcoa y Vizcaya».

Daños colaterales

Fuentes del PP vasco apuntan a que la negativa de Feijoo a la coalición en Galicia, al entender el presidente de la Xunta que la mejor fórmula de ir a las urnas es mediante la integración de gente de Cs en las listas del PPdeG, ha derivado en que Casado tuviese que ceder en la negociación del País Vasco. Sin embargo, el cargo de Alonso al frente del PP vasco nunca ha disfrutado de la bendición de Casado desde que este se hizo con las riendas del partido, al ser el exministro uno de los más férreos defensores de su rival en las primarias, Soraya Sáenz de Santamaría.