Una terna masculina se disputará las riendas de la CDU en la era post-Merkel

patricia baelo BERLÍN / CORRESPONSAL

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ALEXANDER BECHER | EFE

La primera fuerza política alemana decidirá su futuro en un congreso extraordinario fijado para el 25 de abril

26 feb 2020 . Actualizado a las 09:04 h.

La lucha de poder por hacerse con la presidencia de la CDU y suceder a Angela Merkel al frente de la cancillería, a más tardar en el 2021, quedó inaugurada ayer. Dos pesos pesados, los dos hombres, oriundos del land más poblado del país, Renania del Norte-Westfalia, y en torno a los 60 años, presentaron sus candidaturas para el congreso extraordinario del 25 de abril, del que saldrá el nuevo líder. Pero, sus planes para la primera fuerza política del país, que se debate entre virar la derecha para recuperar a los votantes fugados a la ultra AfD o seguir en el centro, no podían ser más distintos.

«Quiero que mi candidatura tenga un elemento integrador», dijo Armin Laschet, jefe del Gobierno en Renania del Norte-Westfalia. Pragmático del ala moderada, apostó por tender puentes entre las distintas familias de la CDU, y también al país, con políticas «concretas» para jóvenes y mayores, para ciudades y rural, que le preparen para el futuro. Asimismo, Laschet, de 59 años y una figura cercana a la canciller con un estilo muy similar, consideró que Berlín debe asumir su «responsabilidad» en Europa e impulsar una UE capaz y autónoma.

Friedrich Merz, exjefe del grupo parlamentario cristianodemócrata en el Bundestag, hacía lo propio pero con su estilo agresivo y directo. «Laschet encarna la continuidad, yo soy la renovación y el resurgimiento», defendió el abogado de 64 años, que cuenta con amplio respaldo entre los más conservadores. Merz atacó a su archirrival, Merkel, que le apartó de la política a finales de los 90, y dijo que tanto la CDU como Alemania necesitan «liderazgo, para ayudar a Europa a salir de su habitual desconcierto».

A ellos dos se suma en la carrera sucesoria Norbert Röttgen, exministro de Medio Ambiente, presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento y de talante moderado, aunque a distancia con la línea merkeliana. «Conozco muy bien a los tres y puedo trabajar con cualquier de ellos», dijo Markus Söder, el jefe de la CSU, que como formación hermana deberá ratificar al que salga elegido. Él mismo se barajaba entre los candidatos, pero ayer dejó claro que su intención es seguir haciendo política regional desde Baviera.

Por su parte, la joven promesa del partido, el ambicioso titular de Sanidad, Jens Spahn, de 38 años y del bando derechista, optó finalmente por no presentarse y apoyar a Laschet en calidad de vicepresidente. «Quiero enviar una señal a la CDU, que atraviesa la mayor crisis de su historia», reconoció Spahn. No se equivoca, pues la formación no deja de perder votos a ambos lados del espectro político. La última sangría llegó en las elecciones del domingo en Hamburgo, donde quedó tercera por detrás del SPD y Los Verdes y con un 11,2 %, su peor resultado histórico.