Sanders, la diana favorita en vísperas de las primarias de Carolina del Sur

Carlos Pérez Cruz WASHINGTON / E. LA VOZ

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Bernie Sanders y Joe Biden, durante el debate en Carolina del Sur
Bernie Sanders y Joe Biden, durante el debate en Carolina del Sur JONATHAN ERNST | Reuters

Un caótico debate muestra la urgencia de los candidatos a las puertas de una votación crucial para Joe Biden

27 feb 2020 . Actualizado a las 08:51 h.

Cuando la necesidad aprieta y son tantos los candidatos que se pelean por un poco de oxígeno, pueden producirse debates tan caóticos como el celebrado la madrugada del miércoles en Carolina del Sur. No ayudó la gestión de las moderadoras ni un público especialmente reactivo, pero, sobre todo, la urgencia de varios de los aspirantes a la nominación demócrata. Bernie Sanders se ha destacado en el primer mes de primarias como un favorito sólido, pero su inclinación socialdemócrata, en un país donde el individuo es un valor casi absoluto, lo convierte en un candidato atípico. Sus rivales lo situaron en la diana y apuntaron sobre él con insistencia.

Según Pete Buttigieg, el más joven de todos los contendientes, la candidatura del senador supondría la pérdida no solo de la Casa Blanca, también de la mayoría en la Cámara de Representantes y la posibilidad de ganar el Senado. Los congresistas demócratas «están huyendo de tu plataforma lo más rápido que pueden», dijo. El argumento de Buttigieg, que figura segundo en número de delegados pero tiene por delante la complicada misión de seducir a las minorías raciales, es un reflejo del escalofrío que recorre la espalda del establishment demócrata. El multimillonario Mike Bloomberg se sumó y negó la capacidad del senador para atraer voto republicano moderado.

Bloomberg fue la otra diana favorita de la noche. Elizabeth Warren, que le proporcionó una hostil bienvenida a los debates la semana pasada, redobló sus ataques contra el exalcalde de Nueva York. Incidió en sus problemas con diversas empleadas de su empresa, con las que firmó acuerdos de confidencialidad para evitar que se conocieran públicamente los motivos de sus quejas, y le acusó de haber sugerido a una de ellas que abortara si quería mantener su trabajo. El empresario lo negó rotundamente. Warren también le recordó cómo en el pasado había financiado a candidatos republicanos hoy especialmente afines a Donald Trump, como el senador Lindsey Graham. Bloomberg se defendió acogiéndose a que también financió a demócratas en el 2018, con tan mala pata que estuvo a punto de afirmar que había «comprado» a los candidatos.

El reto del exvicepresidente

Quien más se jugaba es el exvicepresidente Joe Biden, que apela al apoyo de los votantes afroamericanos para revivir sus opciones. Suponen alrededor del 60 % de los demócratas en Carolina del Sur, que celebra primarias el sábado. Más vivaz que en anteriores debates, Biden se sacó de la manga que si es presidente nombrará a una mujer afroamericana como juez del Tribunal Supremo. Aprovechó la masacre del 2015 en una iglesia de Charleston, donde murieron nueve personas a manos de un supremacista blanco, para afear algunas posiciones de Bernie Sanders en el pasado en materia de control de armas.

Además, Biden salió al rescate de Barack Obama cuando el senador aseguró que su postura sobre Cuba es la misma que había expresado el expresidente. A pesar de la vehemente reacción de Biden, tanto Sanders como Obama han criticado el autoritarismo del régimen castrista a la vez que han alabado algunos de sus logros en educación y salud.