Macron recibe a la cristiana pakistaní Asia Bibi, que quiere asilarse en Francia

asunción serena PARÍS / E. LA VOZ

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El presidente francés considera su situación un «caso emblemático en materia de derechos humanos»

29 feb 2020 . Actualizado a las 11:08 h.

Asia Bibi, la mujer pakistaní que ha pasado casi diez años encarcelada a la espera de que se cumpliera la pena de muerte que pesaba sobre ella por un delito de blasfemia, fue recibida ayer en el Palacio del Elíseo por Emmanuel Macron, a quien expresó su deseo de recibir asilo político en Francia. La mediación gala, junto al resto de países europeos y Canadá, permitió la liberación de Bibi, que desde mayo del 2019 ha encontrado refugio en Canadá junto a su marido y sus hijas.

Su historia tuvo eco internacional. Benedicto XVI pidió su liberación y la alcaldesa de París la hizo ciudadana de honor. Todo gracias en buena parte a la periodista Anne-Isabelle Tollet, que durante su presidio no ha cesado de difundir la condena de esta mujer de religión cristiana que, tras beber agua de un pozo, fue acusada por dos compañeras musulmanas que trabajaban con ella en el campo de haber blasfemado. Este episodio y su calvario posterior, con el temor de morir en la horca, es lo que cuenta Tollet y la propia Bibi en el libro testimonio Enfin libre! (Por fin libre).

Liberación en el 2019

Finalmente, el Supremo de Pakistán la declaró inocente en el 2018 y provocó una ola de protestas, promovidas por grupos islamistas radicales. Pero hasta mayo del 2019 no pudo abandonar su país. Desde entonces vive en Canadá, y su estancia en Francia es el primer viaje que hace para promocionar su libro y también para pedir asilo político. Las amenazas de muerte la persiguen y viaja con dos guardaespaldas.

Macron estuvo con Asia Bibi durante una hora. El Elíseo asegura que estudiarán favorablemente su demanda: «Para Emmanuel Macron se trata de un caso emblemático en materia de derechos humanos». Asia Bibi tendrá que presentar una petición oficial a través de la Oficina Francesa de Protección de Refugiados y Apátridas, pero espera que la entrevista evite demoras.

Asia Bibi, que solo habla urdu, aseguró tras el encuentro estar «muy contenta y conmovida» por la acogida de Macron, quien la había tratado «como si fuera un miembro de la familia».