Crisis general en La Española

héctor estepa BOGOTÁ / E. LA VOZ

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ANDRES MARTINEZ CASARES | Reuters

La inestabilidad política y la violencia azotan Haití, mientras los dominicanos exigen elecciones limpias

01 mar 2020 . Actualizado a las 10:48 h.

Dimanche gras en Puerto Príncipe. Los ciudadanos de la capital haitiana se preparan para celebrar uno de los días grandes de Carnaval en el céntrico Champ de Mars. Pero, de repente, decenas de encapuchados llegan al lugar, subidos en motos, y pegando tiros. No son terroristas, ni ladrones. Son policías vestidos de paisano que pretenden asaltar el cercano cuartel general del Ejército tras haber reclamado mejoras laborales durante semanas.

Pronto estalla una batalla, en el mismo centro de la ciudad, entre los agentes de la fuerza civil y los militares. Dos soldados mueren en el ataque, que da paso a varios días de bloqueos y violencia en las calles del país.

«Estamos bajo asalto. Estamos bajo fuego de todo tipo de armas, rifles automáticos, cócteles molotov, gases lacrimógenos. Debido a que somos atacados, ha habido respuesta», dijo a France Presse Jodel Lessage, general de las Fuerzas Armadas.

Es la enésima crisis que estalla en Haití en los últimos meses. El país más pobre de América, devastado por el terremoto de hace una década, no levanta cabeza. Se encuentra sin primer ministro desde marzo, y sin Parlamento desde principios del 2020, después de que las fuertes protestas antigubernamentales contra el presidente Juvenel Moise, que han dejado, al menos, 77 muertos, propiciaran la cancelación de las legislativas de octubre.

La oposición, movilizada desde julio del 2018, acusa al líder haitiano de corrupción, mal manejo económico y poca acción frente a la creciente inseguridad en un país donde los ciudadanos temen salir a la calle de noche por el riesgo de ser secuestrados.

El cuestionado Gobierno intenta negociar con sus detractores en busca de la formación de un Ejecutivo de unidad nacional, pero antes deberá resolver la nueva crisis entre la policía y el Ejército, de apenas 500 hombres, creado de la nada por Moise hace tres años, después de que el expresidente Jean Aristide lo disolviese en 1995 tras sufrir un golpe de Estado militar.

Parte de la oposición dominicana acusa al Ejecutivo de sabotear las últimas elecciones Los agentes, que han vuelto a la mesa de negociación, reclaman la creación de un sindicato, para lidiar con sus superiores, mejoras salariales y otras demandas laborales. Moise ofreció hace una semana seguros de vida y fondos para familiares de policías muertos, pero los agentes consideraron la oferta insuficiente. El Ejército de la vecina República Dominicana ha desplegado un dispositivo de seguridad en la frontera ante la gravedad de la situación.

Crisis dominicana

Pero en el país oriental de La Española también están en crisis. Miles de personas han salido a las calles las últimas dos semanas en protesta por la anulación de las elecciones municipales del 16 de febrero. La Junta Central Electoral decidió cancelar los comicios cuando las votaciones ya habían comenzado, debido a que más de la mitad de las máquinas electrónicas de votación habían fallado y no estaban mostrando las papeletas completas.

Parte de la oposición al centroizquierdista Partido de la Liberación Dominicana, que lleva 16 años en el poder, apuntaron a un supuesto sabotaje para beneficiar a los intereses del Ejecutivo.

«Por la democracia, por la paz, por el derecho a elegir libremente a nuestros gobernantes, por una mejor nación», dijo el cantante dominicano Juan Luis Guerra, tras tocar en una concentración masiva el pasado jueves.

Los manifestantes, que también señalan la existencia de corrupción estatal, reclaman la presencia de observadores internacionales tanto en la repetición de las municipales, fijadas para el 15 de marzo, como para las decisivas generales del 17 de mayo.

Policías de paisano trataron de asaltar el cuartel del Ejército haitiano, causando dos muertos República Dominicana volverá al papel para emitir los votos, tras el escándalo desatado estos días. «Es un hecho lamentable y bochornoso, que empaña la democracia dominicana», admitió el presidente Danilo Medina, que dejará el liderazgo del país en agosto tras ocho años en el poder. Su Gobierno pidió a la Organización de Estados Americanos que investigue los sucesos del 16 de febrero y supervise los comicios de los próximos meses.