Así se ha reducido la contaminación en China por el coronavirus

La Voz

ACTUALIDAD

NASA

La NASA publica unas imágenes en las que se aprecia el impacto que ha tenido en el país asiático la paralización de la actividad productiva

01 mar 2020 . Actualizado a las 18:30 h.

China asiste a un curioso fenómeno, el lado menos malo de una crisis que ya se ha cobrado en el país asiático casi 2.900 vidas: el coronavirus ha reducido su contaminación. En realidad, los responsables de esta caída de las emisiones han sido las restricciones de la actividad productiva, los vetos comerciales, las cuarentenas y las cancelaciones de vuelos. Un respiro para el medio ambiente que, sin embargo, será solo temporal. 

Esta consecuencia de la desaceleración puede apreciarse en unas imágenes de satélites hechas públicas por la NASA. Los mapas muestran niveles decrecientes de dióxido de nitrógeno -el gas nocivo emitido por los vehículos de motor, las centrales eléctricas y las instalaciones industriales- directamente proporcionales a los esfuerzos de las autoridades chinas por contener el brote del coronavirus. La pulcritud de la atmósfera comenzó a notarse primero en Wuhan, fuente del COVID-19, pero luego fue extendiéndose por todo el país. 

NASA

La agencia espacial estadounidense ha comparado la situación de principios de enero con la de finales de febrero, un cambio de escenario drástico que, valoran desde allí, nunca se había visto en un área tan amplia por una situación específica. Sí se notaron en la calidad del aire los efectos de la crisis económica del 2008, pero no de manera tan radical. Los niveles de dióxido de nitrógeno mermaron entonces de forma más gradual, del mismo modo que durante los Juegos Olímpicos de Pekín del 2008.

Si bien el Año Nuevo chino ha podido influir en esta reciente caída de emisiones -las empresas y las fábricas cierran desde la última semana de enero hasta principios de febrero -, los investigadores de la NASA están convencidos de que la escasez de polución es mucho más que un efecto de las vacaciones. Los niveles no han repuntado tras esta fiesta y, además de los de dióxido de nitrógeno, también se han hundido los de dióxido de carbono y el consumo de energía.

La epidemia ha desplomado en un 25 % las cotas de CO2 en el aire, según un análisis de Lauri Myllyvirta, del Centro de Investigación sobre Energía y Aire Limpio y experto en la calidad del aire y las tendencias energéticas en China. Durante las últimas tres semanas, el país asiático emitió 150 millones de toneladas métricas (mtm) de CO2 menos que durante el mismo período del año anterior. La reducción de una cuarta parte en esta zona del mundo supone una disminución del 6 % global, un alivio momentáneo que, lamentablemente, responde a una mala noticia.