Una familia pasará más de dos días en ferri y en autobús para llegar a Galicia desde Lanzarote

Bea Costa
Bea Costa VILAGARCÍA / LA VOZ

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La situación se complica porque el pequeño Martín, uno de los dos hijos de la pareja, padece trastorno del espectro autista (TEA) y tolera muy mal el confinamiento

22 mar 2020 . Actualizado a las 10:50 h.

En ferri y en autobús. Así podrá llegar a su casa la familia cambadesa que se vio atrapada en Lanzarote sin poder abandonar la isla. A la cancelación de su vuelo se sumó la orden de desalojar el hotel en el que estaban hospedados, lo que les generó una gran incertidumbre.

La situación se complica porque el pequeño Martín, uno de los dos hijos de la pareja, padece trastorno del espectro autista (TEA) y tolera muy mal el confinamiento. Los últimos días han sido muy duros. «Se me sube por las paredes», relataba el jueves su madre Vanessa Serantes, sin saber que todavía le quedaban por pasar las horas más angustiosas de estas vacaciones de pesadilla. El viernes por la mañana se veían con las maletas en la calle.

El Gobierno ordenó cerrar todos los hoteles del país y recibieron una llamada del cabildo insular apremiándolos para abandonar el establecimiento ese mismo día. Los cambadeses no tenían ni vuelo ni otro lugar para alojarse, y Vanessa volvió a hacer una llamada desesperada a través de los medios de comunicación. Finalmente, la solución llegó a través de unos conocidos, que los acogieron en su casa para pasar la noche y todo el día de ayer. No hubo tiempo para deshacer el equipaje.

Mañana domingo tienen previsto coger un ferri rumbo a Cádiz, con 36 horas de navegación por delante. La hoja de ruta sitúa la arribada a puerto a las 14 horas del lunes y, tras hacer tiempo en la ciudad gaditana, tocará coger un autobús a las 16.40 horas hacia Santiago de Compostela. Si se cumplen las previsiones, llegarán a su destino a las nueve de la mañana del martes, tras pasar la noche en la carretera y con más de dos días de viaje a cuestas.

Será el final de una aventura para no olvidar. El 11 de marzo salieron de Cambados sin imaginarse que el coronavirus llegaría a tener semejantes consecuencias, pero Vanessa Serantes respiraba ayer ya un poco más tranquila al haber conseguido hacerse con un pasaje para ella y los suyos.

Según sus noticias, hay otros gallegos atrapados en la isla que han podido resolver su regreso a Galicia. Otros no tienen tanta suerte y, a día de ayer, seguían sin saber cuándo podrán volver. Juan Enrique, un vilagarciano con casa en Lanzarote, pretendía coger un avión el día 21 y ya no encuentra vuelo hasta, en el mejor de los casos, el 4 de abril, «y tengo que empezar a trabajar el día 25», según explicaba ayer.

El coronavirus está dejando un sinfín de historias parecidas que no siempre tienen un final feliz. La de Vanessa y su familia parece que sí, y quieren agradecérselo a todos los que contribuyeron a que Martín y su hermana Alba puedan recuperar por fin la normalidad.