Hacienda no da tregua y obligará a los pequeños negocios a liquidar sus impuestos en abril

G. Lemos REDACCIÓN / LA VOZ

ACTUALIDAD

ALBERTO LÓPEZ

El fisco argumenta que ha aprobado una moratoria que permitirá aplazar los pagos tres meses sin intereses

25 mar 2020 . Actualizado a las 09:12 h.

De la expectación a la frustración. Pymes y autónomos esperaban que el Consejo de Ministros lanzase ayer algún nuevo guiño que hiciese algo más llevadera su situación financiera, más que precaria por los cierres forzados por la alerta sanitaria y la caída en picado de la demanda. En concreto, en algunos círculos profesionales, como los de los gestores administrativos y asesores fiscales, se intuía que Hacienda podía dar su brazo a torcer y ampliar el plazo de presentación de impuestos.

Nada más lejos de la realidad. La portavoz del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, no hizo ni una referencia al término de la reunión a esa posible extensión de plazos, que tampoco aparece en la referencia de la misma. El fisco mantiene así, sin cambios un calendario que, entre otras obligaciones, forzará a los autónomos a presentar su declaración trimestral del IVA antes del próximo 20 de abril, lo que no parece fácil.

Y es que son muchos los profesionales que siguen acudiendo con sus facturas en papel a su asesor o gestoría para que se encarguen ellos del trámite. Tal y como está la situación, confinados en casa y sin libertad para desplazarse y llegar a sus negocios (donde suelen tener esa documentación), el trámite se hace casi imposible para muchos. Dando por bueno que el estado de alarma se levantará el 12 de abril (la última previsión oficial), las gestorías tendrían solo una semana para hacer el papeleo de todos sus clientes y presentarlo en plazo a la Agencia Tributaria, para evitar posibles sanciones.

Ante esa situación, las asociaciones de autónomos habían reclamado postergar esos plazos de presentación, proponiendo para ello que los correspondientes al primer trimestre (IVA, pagos fraccionados del IRPF o arrendamientos) se pudieran presentar de forma conjunta con los del segundo trimestre, hasta el 20 de julio.

Frente a esa postura, respaldada también por otros organismos, como la Cámara de Comercio de España, desde la Agencia Tributaria defienden el mantenimiento del calendario previsto. Y lo hacen señalando no solo la posibilidad de cumplir con los trámites por vía telemática, sino también recordando que el Gobierno ya estableció la semana pasada una moratoria que permitirá que todas aquellas empresas que facturen menos de seis millones de euros al año puedan pedir un aplazamiento de sus impuestos durante un período de seis meses, los tres primeros sin intereses. De esta forma, defienden, los pagos que tuvieran que realizar ahora podrían posponerlos, sin coste, a julio.

De hecho, aunque hay profesionales que defienden que la medida es insuficiente, porque al no eliminar la obligación de declarar se expone a los negocios que no cumplan con ella a una sanción o recargo, hay otros asesores fiscales que defienden que es bueno para ellos que Hacienda mantenga el calendario fiscal. De no hacerlo, dicen, sus clientes, al verse liberados de hacer la declaración, podían dejar de atender sus cuotas mensuales, provocando un aluvión de despidos en el sector.

Los autónomos que no paguen la cuota de marzo no podrán pedir la prestación

Pero, antes de que llegue abril y con él las cuentas pendientes con la Agencia Tributaria, los trabajadores por cuenta propia se enfrentarán a otro desafío para sus maltrechas economías: el pago de la cuota correspondiente al mes de marzo. La petición formulada por asociaciones como ATA, cuyo presidente, Lorenzo Amor, dirigió una carta a Pedro Sánchez en la que suplicaba al Gobierno que no girase el recibo de la cotización para no estrangular más a los autónomos, ha caído en saco roto, ya que la Seguridad Social ha dejado claro que cobrará las cotizaciones como si este hubiese sido un mes normal.

Desde el Ejecutivo se parapetan en que los titulares de los negocios más castigados por esta situación excepcional, tanto los obligados a cerrar por la declaración del estado de alarma (como bares o restaurantes) como aquellos que acrediten una caída de la facturación de al menos un 75 %, pueden acceder a la prestación extraordinaria aprobada la semana pasada por el Gobierno. Con ella, además de percibir una prestación equivalente al 70 % de su base reguladora (unos 661 euros para quienes coticen por la mínima) se les exonerará de abonar la cuota durante el período en el que cobren esa ayuda (un mes, prorrogable hasta el último día del mes en que finalice el estado de alarma).

Además, en el caso de que se gire la cuota de marzo antes de que se reconozca la prestación (lo que por el volumen de las solicitudes y los tiempos de gestión de las mutuas será lo más normal), la Seguridad Social ya se ha comprometido a devolver de oficio el importe cotizado durante el período que luego esté cubierto por la prestación.

Pese a todas esas garantías a posteriori, el cobro anticipado de la cotización puede llegar a provocar problemas para que los autónomos accedan a la ayuda. Y es que entre los requisitos para reconocer la prestación se les exige que estén al día en sus pagos a la Seguridad Social. De esta forma, si un trabajador por cuenta propia no atendiera ahora ese recibo (aunque fuese por una falta de liquidez provocada por esta crisis), se le daría un plazo improrrogable de 30 días para abonar esa cuota pendiente.

Si no lo hace, no percibirá la ayuda. Y, sin la ayuda, pierde el derecho a que le exoneren de la cuota. La pescadilla que se muerde la cola.

Campaña en redes sociales

Para evitar ese escenario, desde ATA hicieron un nuevo llamamiento ayer para reclamar que se suspenda el pago de la cuota de marzo, a través de una campaña por redes sociales con el hashtag #AutonomosNoSePaga. «Muchos autónomos, que han cerrado su actividad o cuyas ventas han caído 75 %, no podrán pagar su cuota sin ingresos y sin liquidez, generando recargos y morosidad que dificultarán el cobro de su prestación», advierten en un comunicado.