La empresa china de las mascarillas defectuosas vende otras en webs a 150 dólares las 50 unidades, pero para bricolaje

Carlos Punzón
c. punzón VIGO / LA VOZ

ACTUALIDAD

Una mascarilla defectuosa, que no cumplía los estándares de protección prometidos
Una mascarilla defectuosa, que no cumplía los estándares de protección prometidos

Se especifica que son adecuadas para «lijado, barrido, corte, jardinería, carpintería y aserrado»

27 may 2020 . Actualizado a las 20:11 h.

Garry Galaxy Brand no deja mucho rastro de su existencia, ni siquiera en Internet. Distribuidoras de productos sanitarios aseguran desconocer a la marca china, pero sí figura en el listado de fabricantes de material sanitario autorizado por el Ministerio de Sanidad para importar desde el país asiático. Y el propio ministro ha recalcado que el fabricante «cumple todos los requisitos europeos», salvo en la partida retirada, que el ministro Salvador Illa ha calificado como «defectuosa».

El fabricante chino apenas aparece en la Red. Dos páginas de venta on-line de Estados Unidos son el único escaparate al por menor de productos de Garry Galaxy, pero ninguna de las mascarillas tienen las características exactas de las que ha retirado con urgencia Sanidad. Una firma de diseño y fabricación de cortinas venda mascarillas de la empresa cuyo lote se bloqueó en España, pero de un nivel superior, similares a la partida que sí superó las pruebas de idoneidad para el uso de personal médico expuesto al coronavirus. El lote de 50 mascarillas N95 es vendido en dicha web a 149,99 dólares, pero se especifica que son adecuadas para «lijado, barrido, corte, jardinería, carpintería y aserrado con el fin de proteger garganta y pulmones».

DOTmed, una web de productos sanitarios también de Estados Unidos, vende también mascarillas Garry Galaxy, N95, pero en su caso indica que son para uso quirúrgico. Su acabado es superior también a las retiradas en España y cuesta cada una 8,99 dólares.

Segunda pifia en China

La partida de 350.000 mascarillas desechadas por no ofrecer garantías se convierten en la segunda compra fallida que el Gobierno realiza en la actual crisis sanitaria en China. El anterior incidente se registró a finales de marzo cuando se detectó que no funcionaban correctamente los test de COVID-19 comprados en el mismo país a la marca Bioeasy. Una partida de 8.000 unidades de análisis rápido fueron retirados de los hospitales al comprobarse que ofrecían resultados diferentes a los aportados por otro tipo de test. Se devolvió un total de 58.000 unidades de las 640.000 adquiridas a la misma marca, que repuso el lote descartado.