¿Qué ha hecho Nueva Zelanda, con doce muertos, para combatir el coronavirus?

La Voz REDACCIÓN

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La gestión de la crisis por parte de la primera ministra neozelandesa, Jacinda Ardern, ha sido aplaudida por numerosos medios internacionales
La gestión de la crisis por parte de la primera ministra neozelandesa, Jacinda Ardern, ha sido aplaudida por numerosos medios internacionales STRINGER

El país comenzará a levantar las medidas de restricción a la población la próxima semana con la vuelta al trabajo y la reapertura de escuelas

20 abr 2020 . Actualizado a las 21:33 h.

La crisis del coronavirus, a pesar de ser internacional, no está afectando por igual a todos los países del mundo. Precisamente, hay un caso especialmente paradigmático en las antípodas de España. Nueva Zelanda comenzará la próxima semana a levantar las medidas de restricción a su población, un proceso que tendrá lugar a partir del próximo 28 de abril con la vuelta al trabajo y a los centros educativos. No obstante, la gran pregunta es, con una docena de víctimas mortales, ¿qué han hecho las autoridades neozelandesas para combatir al COVID-19?

Una de las claves del proceso de desescalada neozelandés se corresponde con que el siguiente objetivo será mucho más ambicioso que el control del coronavirus, ya que el Gobierno pretende eliminarlo por completo. Para poder llegar a este punto, y para que la primera ministra Jacinda Ardern haya sido calificada como «la líder más efectiva del planeta» por parte del medio estadounidense The Atlantic, hay que acudir a los datos de contagios en este país, que llevan cayendo dos semanas seguidas y a las medidas que le han permitido afirmar a esta: «Hemos logrado lo que pocos países han podido hacer. Hemos detenido una ola de devastación».

Hemos logrado lo que pocos países han podido hacer. Hemos detenido una ola de devastación», declaró la primera ministra 

Actuación temprana y autoaislamiento

El 28 de febrero se registró el primer positivo de un total de 1.400, de los que 974 ya están curados. En una actuación rápida, se ordenó el autoaislamiento por un período de 14 días a todos los que tomaban tierra, aunque solo había seis positivos por aquel entonces. Desde el 14 de marzo ningún extranjero podía entrar en el país, pero las medidas fueron más allá cuando se rebasó el centenar de infectados. La respuesta fue el cierre de las fronteras. ¿En qué se tradujeron todas estas restricciones? En que este pasado domingo los nuevos positivos se situaron en siete.

Esta es la explicación de una de las actuaciones mejor valoradas por la prensa internacional, en la que Ardern y su gabinete también sumaron puntos al anunciar que tanto el sueldo de la primera ministra -ella- y de sus ministros se reduciría en un 20 % por un plazo de seis meses. Lejos de quedarse en una medida populista, esta fue acompañada de un paquete de ayudas económicas a la población que ha llegado a un millón y medio de personas.

Por otra parte, el proceso de desescalada también estará acompañado de algunas iniciativas clave. El primero pasa por un período de análisis de la situación en los próximos 14 días desde la reapertura económica y el regreso a las aulas, para estudiar cómo afecta a los datos de contagios diarios. Asimismo, la primera ministra ha pedido la colaboración de la ciudadanía para que cada persona escriba un diario en el que detallen donde han ido durante cada jornada y con quién han estado, para así poder contar con datos precisos en caso de que se produzca un rebrote o venga otra oleada de la pandemia.

Faceta humana

Con todo, Ardern nunca dejó de mostrar su cara más humana, realizando emisiones en directo en su propio perfil de Facebook en las que respondía a las dudas de los ciudadanos o en las que daba a conocer sus conversaciones con distintos expertos. Se trata de una rutina que ya venía manteniendo desde antes del inicio de la crisis del coronavirus.