El ministro de Universidades quiere que se permita anular la matrícula de algunas asignaturas

S. C. REDACCIÓN / LA VOZ

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Borja Puig de la Bellacasa

Espera que en el plazo de una o dos semanas estén publicadas las instrucciones de evaluación de todos los grados y másteres

23 abr 2020 . Actualizado a las 20:46 h.

Con un tono pausado y perdiéndose a veces por rincones de su pensamiento, el ministro de Universidades, Manuel Castells, dijo en su primera rueda de prensa que espera que en el plazo de quince días ya se sepa exactamente cómo va a ser la evaluación en cada universidad. Como novedades en este asunto, Castells anunció que se estudia la posibilidad de que un alumno no tenga que pagar el año que viene la repetición de una matrícula siempre y cuando solicite con antelación al examen su anulación por culpa del COVID-19 y justifique la petición; en ese caso, ni correría convocatoria ni tendría que pagar el próximo curso, aunque aclaró en varios momentos que esta medida, que todavía se está preparando, no es para quien se haya presentado a un examen y haya suspendido.

Otra medida que Castells quiere implantar, aunque esta sí que no depende de él, es permitir a los alumnos que vayan a sus residencias o pisos de estudiante a recoger los apuntes, libros y ordenadores. Dijo que la había comentado con el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, y que este «simpatizaba mucho con la medida» aunque eso, puntualizó Castells «no quiere decir que sea posible». Sí comentó que tal vez mañana por la tarde se sepa si con la desescalada del confinamiento que empieza el 9 de mayo se podrá incluir esta opción de ir a los pisos.

También quiere bajar las tasas de universidad y aumentar las becas, algo que intenta poner en marcha pero que depende de cómo resulte la situación tras esta crisis y de si hay presupuestos. 

Aseguró que no hay prácticamente alumnos sin conexión a Internet, pero sí aceptó la existencia de la brecha digital, que tiene que ver sobre todo con la calidad de la red y el dinero para acceder a los recursos. Pidió a los profesores que sean flexibles y adapten la evaluación a las condiciones tecnológicas, pedagógicas y psicológicas del alumnado.

Expresiones singulares

Pero de la primera rueda de prensa de Castells quedarán para el recuerdo otras de sus frases, nada habituales en un político. El catedrático de Sociología dijo, enumerando las posibles complicaciones en el inicio del curso que viene, que «si el mundo no se viene abajo» las clases comenzarán cuando estaba previsto. Del trámite de una de sus propuestas reconoció que «tardará siglos», confirmó que hay que «lavarse las manos al entrar, al salir y al prometerse para siempre» y defendió un pacto por la universidad «no de cuatro folios y que hagan los expertos». Confesó que no tenía «ni idea» de por qué hubo cambio de criterio en la salida de los menores a la calle y citó varias veces las dificultades de la tarea de un ministro que se enfrenta «a las fuerzas del mal que andan por ahí». Castells mostró ese aspecto afable que le caracteriza, y defendió el trabajo hecho por su equipo y el que vendrá aunque «no pudiéramos salir nunca más de este ministerio».