Arabia Saudí elimina la pena de muerte y los latigazos a menores

Mikel Ayestaran JERUSALÉN / COLPISA

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El príncipe heredero, Mohamed Bin Salman
El príncipe heredero, Mohamed Bin Salman Saudi Press Agency | Europa Press

La medida se aplicará a todos los condenados por delitos que cometieron con menos de 18 años

27 abr 2020 . Actualizado a las 21:05 h.

En apenas 72 horas Arabia Saudí ha anunciado el final de los latigazos públicos y de las penas de muerte para aquellos condenados que cometieron delitos cuando eran menores de edad. El cambio se produjo después de un 2019 en el que el reino ejecutó a 184 reos, una cifra récord a nivel doméstico, solo superada por China e Irán, según el recuento de Amnistía Internacional (AI).

La Comisión Saudí de Derechos Humanos (HRCS, por sus siglas en inglés) calificó estos cambios de «ayuda para modernizar el código penal». Esta reforma forma parte de la estrategia de Mohamed bin Salman (MBS), el joven heredero a la corona que trata de mostrar al mundo una imagen de modernidad y apertura, una tarea complicada después de haber sido señalado como cerebro del asesinato y descuartizamiento del periodista Jamal Khassogi en octubre del 2018 en el consulado saudí de Estambul.

Con el cambio aprobado, a partir de ahora a una persona detenida cuando es menor de edad se le podrá aplicar un máximo de diez años de cárcel en un centro juvenil. Los castigos físicos, como los latigazos, también serán sustituidos por cárcel, multas o servicios a la comunidad, dependiendo del caso, según aclaró la HRCS. El presidente de esta comisión, Awwad Alawwad, declaró a Reuters que se trata de «un paso adelante trascendental en nuestra agenda de derechos humanos».

La pena capital a menores viola la Convención de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas, que los saudíes han ratificado pero no cumplían. Para AI, «el uso de la pena de muerte siempre es terrible, pero es aún más escandaloso cuando se aplica después de juicios injustos o contra personas que tenían menos de 18 años en el momento del delito, en flagrante violación del derecho internacional», declara la responsable de Oriente Medio, Lynn Maalouf.

Al menos un caso en el 2019

Al menos uno de los 184 ejecutados el año pasado cometió su delito cuando era menor de edad. Arabia Saudí decapitó a Abdulkareem al Hawaj, que tenía 16 años cuando participó, según la fiscalía, en «manifestaciones contra el Gobierno». La rápida condena internacional sirvió para que dos meses después Murtaja Quereiris se librara de seguir el mismo camino. La Justicia cambió su pena a morir crucificado por doce años de cárcel por los supuestos delitos cometidos cuando tenía entre 10 y 14 años, según reveló la European Saudi Organization for Human Rights.

Nacido en el seno de una familia de activistas de la oposición en la provincia de Qatif, en el este del país, el joven fue detenido con 14 años y al cumplir 17 fue trasladado a una prisión de la policía secreta del reino. Pasó cuatro años sin acceso a un abogado hasta que compareció ante el juez en agosto del 2019. Al Hawaj y Quereiris tienen en común que pertenecen a la minoría chií del país, a la que las autoridades acusan de estar al servicio de Irán.