El cambio climático decide el color rojo

La Voz BILBAO / EFE

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En la cueva de Goikoetxe, el tono de las piedras se debe a la presencia de sustancias orgánicas derivadas de la descomposición de la cobertura vegetal en los suelos situados encima de la cavidad

28 abr 2020 . Actualizado a las 14:01 h.

Un estudio de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) ha descubierto que el color rojo de las estalagmitas sirve de registro para determinar cambios climáticos en la costa cantábrica entre hace 5.000 y 7.000 años. Esta investigación, cuyos resultados han sido publicados en la revista Quaternary International, ha sido realizada en la cueva de Goikoetxe, localizada en la reserva de la biosfera de Urdaibai (Vizcaya), según ha informado ayer la universidad pública vasca.

El color rojo, tanto en muestras geológicas como arqueológicas, suele deberse a la presencia de distintos óxidos de hierro, que tiñen de manera muy intensa minerales y rocas. Sin embargo, los estudios llevados a cabo en este trabajo demuestran que, en el caso de las estalagmitas de la cueva de Goikoetxe, el color rojo se debe a la presencia de sustancias orgánicas derivadas de la descomposición de la cobertura vegetal en los suelos situados encima de la cavidad.

Según Virginia Martínez Pillado, investigadora del departamento de Mineralogía y Petrología de la UPV/EHU y principal autora de este trabajo, en toda la zona de la cornisa cantábrica existe mucha precipitación y vegetación, por lo que se crea una gran cobertura vegetal encima de la cueva. «Cuando dicha vegetación se degrada, estas sustancias orgánicas, fundamentalmente ácidos húmicos y fúlvicos, son arrastradas al interior de la cueva por el agua de la lluvia, y tiñen de rojo los espeleotemas -formaciones de las cavidades- al incorporarse a la red de la calcita que los forma», ha explicado la investigadora.

Los autores del trabajo han combinado diferentes técnicas de análisis sobre varias estalagmitas de diferentes coloraciones, como la datación radiométrica por series de uranio, la petrografía, la fluorescencia de rayos X, la espectroscopia y la luminiscencia con luz ultravioleta. También han realizado fotos mediante luz ultravioleta a las mismas estalagmitas, y la respuesta de la calcita frente a la radiación ultravioleta ha mostrado ser cíclica. Según Martínez Pillado, únicamente en estalagmitas rojas han aparecido ciertos ciclos en los que hay mayor y menor incorporación de las sustancias orgánicas.

«En los momentos que hay mayor incorporación orgánica parece ser que hay una cobertura vegetal muchísimo más densa, probablemente porque hay una mayor cantidad de precipitaciones», ha precisado la investigadora. Lo que deja claro la investigación, ha destacado, es que «la cobertura vegetal y la producción de suelos es muchísimo más intensa en ciertos momentos que en otros a lo largo de todo el Holoceno Medio, hace entre 7.000 y 5.000 años».