La familia de Socorro Pérez: «El asesino es de aquí; convive con nosotros»

Marta Vázquez Fernández
marta Vázquez OURENSE / LA VOZ

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MIGUEL VILLAR

Cinco años después de su muerte, el de esta ourensana es todavía un crimen sin resolver

02 may 2020 . Actualizado a las 10:25 h.

Al igual que hoy, el 2 de mayo del 2015 era sábado. Como hacía habitualmente, la ourensana Socorro Pérez aprovechó su tarde libre para salir a correr, deporte del que era aficionada, pero aquella fue la última vez en la que se puso sus zapatillas. Nunca volvió a casa y nada se supo de ella durante las semanas posteriores, hasta que a primeros de junio dos cazadores encontraron sus restos en las inmediaciones del Seminario de la capital.

Cinco años después, sigue sin saberse quién la mato. Ni siquiera si el lugar en el que apareció su cadáver fue el mismo en el que murió, ni tampoco cómo pasó Socorro sus últimos minutos u horas con vida. Demasiadas incógnitas para su familia, que vive con resignación, pero con mucho dolor, el quinto aniversario de un crimen para el que esta vez, y debido al estado de alarma, no habrá homenajes públicos. «Estamos como el primer día», lamenta el primo de la víctima y portavoz de la familia, Jesús María Pérez, que asegura que los padres de Socorro «siguen destrozados por lo ocurrido y esta situación de confinamiento está aumentando aún más ese dolor».

Y es que a medida que pasan los días, y los años, los allegados de Socorro van perdiendo la esperanza de que aparezca el asesino. «El miedo que tenemos a que esto quede sin resolver es cada día mayor», asegura Jesús, y por eso quieren que el crimen no se olvide. «Aunque este año no podamos recordarla en el cementerio, como otros años, y rendirle un pequeño homenaje, pedimos que no se abandonen las investigaciones, porque estamos en sus manos», recuerda, señalando que «la angustia la vivimos todos los días, pero en estos días en los que se cumplen cinco años la pena y el dolor se hacen más fuertes».

La investigación: «una broma»

Muchas son sus preguntas sin resolver y muchas también las dudas respecto a la seriedad con la que se trató el caso por parte de la comisaría provincial de Policía Nacional de Ourense. «En las primeras semanas se hizo cargo de la desaparición de Socorro el servicio de atención a la familia, aunque nosotros ya dijimos que no tenía ningún problema con sus padres, que se llevaban bien», recuerda Jesús. A Socorro, de 43 años, soltera y sin hijos, se la buscó por las aguas del Miño, «porque pensaron que se había suicidado», y no fue hasta varias semanas después cuando el equipo de policía judicial se hizo cargo del caso. Fue poco antes de que unos amigos de los padres de Socorro hallaran su cadáver. La mujer no se había quitado la vida; la habían asesinado.

«La investigación fue lamentable», opina Jesús, que advierte «una total falta de interés y profesionalidad» en la comisaría ourensana. Cree que «si ellos no tenían medios para aclarar el caso o no sabían como hacerlo, tenían que haber pedido ayuda a otras comisarías». Insiste en que para la Policía Nacional el crimen de Socorro Pérez «fue un tema que no se tomaron en serio» y recuerda que los agentes de la policía científica de Madrid «tardaron tres semanas en llegar después de que se encontrara el cadáver». «Esto ha sido un error tras otro, nos discriminaron frente a otros casos similares y a mi eso me duele como ciudadano de a pie, como español que paga sus impuestos», advierte. Judicialmente, el caso de Socorro Pérez se archivó provisionalmente en junio del 2018. Se cree que fue agredida sexualmente antes de ser asesinada de un fuerte golpe en la cabeza. «Estoy seguro de que el asesino está aquí, en Ourense, convive con nosotros», recuerda su primo.

Otro crimen sin resolver

No es este el único crimen sin aclarar que tiene sobre la mesa la comisaría. El próximo lunes se cumplen tres meses desde la muerte de Evaristo Morín, el propietario de un bar de la calle Colón que apareció muerto, con heridas provocadas por un arma blanca, dentro de su negocio. Varios clientes lo encontraron sin vida y avisaron a los agentes policiales. Se sospecha que la víctima murió tras una pelea en su local, el bar Novo, y no se descarta un ajuste de cuentas. Por ahora no ha habido detenidos.