El compromiso de mantener el empleo tras un ERTE se «valorará» por sectores

Redacción LA VOZ

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El Gobierno y los agentes sociales firmaron este lunes el acuerdo para prorrogar los ERTE hasta finales de junio. Se incentivará el rescate de trabajadores con rebajas en la cotización

11 may 2020 . Actualizado a las 20:48 h.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y cinco de sus ministros (los vicepresidentes segundo y tercera y los titulares de Trabajo, Hacienda y Seguridad Social) suscribieron ayer con los líderes de las patronales CEOE y Cepyme, Antonio Garamendi y Gerardo Cuerva, y de los sindicatos CC.OO. y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, el acuerdo para la prórroga de los expedientes de regulación temporal de empleo hasta el 30 de junio y la posibilidad de ampliarlos más allá de esa fecha, ya superado el estado de alarma, en aquellos sectores donde, por el mayor impacto de la crisis, así se aconseje.

Un documento en el que, para conseguir el visto bueno de la patronal, se ha flexibilizado el compromiso de mantenimiento de empleo durante los seis meses posteriores al ERTE por fuerza mayor (los tramitados por causas económicas o productivas, al no beneficiarse de exoneraciones en las cuotas a la Seguridad Social no tienen esta salvaguarda). A las medidas ya filtradas el viernes, como que el cómputo de esos seis meses empiece a contar cuando la empresa reincorpore al primer trabajador afectado por el expediente (y no tras la finalización del mismo, como estaba previsto inicialmente) o la posibilidad de no aplicar la salvaguarda en aquellas empresas en riesgo de concurso de acreedores, se sumó un nuevo artículo que no figuraba en el borrador inicial del decreto, que difumina aún más ese compromiso de mantenimiento del empleo. Y es que se establece que para valorar si este se cumple o no se atenderá «a las características específicas de los distintos sectores», teniendo en cuenta «las especificidades de aquellas empresas que presentan una alta variabilidad o estacionalidad del empleo». De esta forma, aquellas compañías que tengan fuertes altibajos de contratación por su actividad, por ejemplo las relacionadas con el turismo, o ciertas industrias, podrán seguir ajustando sus plantillas en los períodos valle sin que eso suponga romper el compromiso de mantenimiento del empleo.

En realidad, esta cláusula se recogía ya en un decreto aprobado por el Gobierno el 31 de marzo, aunque entonces se vinculaba al sector de las artes escénicas. Unas semanas después, la Dirección General de Trabajo, a preguntas de la CEOE, reafirmaba que ese sería el criterio aplicable con carácter general, por lo que lo único que se hace ahora es darle más seguridad jurídica con una redacción más abierta que abarcaría a todos los sectores que puedan probar esa variación estacional del empleo.

La norma entrará en vigor el miércoles con su publicación en el BOE.

Entre los principales cambios está la distinción que se hará en los ERTE de fuerza mayor, que pasarán a estar divididos en fuerza mayor total y parcial. La fuerza mayor total quedará reservada para aquellas empresas de sectores que todavía tienen impedida su actividad, que seguirán exoneradas del pago de las cotizaciones a la Seguridad Social de sus empleados (totalmente, en el caos de las pymes, o al 75 %, en las de más de 50 empleados).

En aquellos negocios que puedan ir retomando la actividad por la desescalada, aunque sea con restricciones, la fuerza mayor será considerada parcial. En estos casos, se incentivará el rescate de parte de la plantilla del ERTE, de forma que las empresas se podrán descontar hasta un 85 % de la cuota de los trabajadores que vuelvan a la actividad en el mes de mayo (y un 70 % en junio), mientras que por los que sigan en el desempleo solo se ahorrarán un 60 % de la cotización este mes y un 45 % el que viene. Unos porcentajes que serán menores en el caso de las compañías de más de 50 empleados.

Además, se facilitará la transición de los ERTE por fuerza mayor a otros ajustes por causas económicas, organizativas o de producción, que se podrán empezar a negociar mientras el primer ERTE siga todavía en vigor.

Para los sectores más afectados por la crisis, como el turismo o la hostelería, el Gobierno abre la puerta a prorrogar los ERTE por fuerza mayor más allá de estado de alarma, para lo que se constituirá una comisión técnica que analizará en qué casos será necesario prolongar estos ajustes.