Amenazas e insultos contra una cooperante italiana que se convirtió al islam tras 18 meses secuestrada en Somalia

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Silvia Romano, a su llegada a Milán tras ser liberada de su secuestro en Somalia
Silvia Romano, a su llegada a Milán tras ser liberada de su secuestro en Somalia MARCO OTTICO | Efe

Un diputado de la Liga llama «neoterrorista» a Silvia Romano, que desde que fue liberada sufre una campaña de ataques de la extrema derecha

14 may 2020 . Actualizado a las 08:55 h.

La Congreso italiano vivió este martes una fuerte bronca cuando un diputado de la ultraderechista Liga llamó «neoterrorista» a la joven cooperante Silvia Romano liberada tras 18 meses de secuestro en Somalia en manos del grupo yihadista Al Shabaab.

El legislador Alessandro Pagano se refirió a Romano como «la neoterrorista» para criticar al Gobierno de Giuseppe Conte y el supuesto pago de un rescate por la joven que ayudaría a financiar a esas organizaciones, informa Efe.

El insulto de Pagano a Romano, que fue secuestrada en noviembre del 2018 y liberada el pasado sábado, se suma a la campaña de ataques y amenazas, especialmente da la extrema derecha, que está sufriendo la joven voluntaria desde que llegó vestida con hábito islámico y aseguró que se ha convertido al islam.

La policía italiana ha puesto varias patrullas junto a su domicilio en Milán, donde se encuentra ya con su familia, ante el temor por su seguridad.

Tras sus palabras, Pagano fue inmediatamente reprendido por la vicepresidenta de la Cámara baja, Mara Carfagna, miembro de Forza Italia, el partido Silvio Berlusconi y aliado de la Liga en contra de la mayoría de centroizquierda que gobierna.

Carfagna calificó las palabras de Pagano como «inaceptables», pero las protestas y gritos contra el diputado de la Liga continuaron.

El diputado del Partido Demócrata (PD, centroizquierda), Emanuele Fiano, denunció que se pueda «calumniar» y «difamar» así a una joven que ha estado año y medio secuestrada.

El presidente del Congreso, Roberto Fico, dijo en su cuenta de Facebook,que la cámara «es el lugar de debate, incluso acalorado, no la sede para formular insultos a una joven que ha venido de dieciocho meses de infierno».

Y el líder de la Liga, Matteo Salvini, salió en defensa de su diputado: «El problema no es Silvia Romano, una chica enviada a lo loco, utilizada por terroristas para obtener dinero y armas, y exhibida velada ante las cámaras de todo el mundo por un Gobierno incapaz de manejar la emergencia». «Dejemos a Silvia sola, a quien deseo una vida larga y feliz, y miremos al verdadero enemigo, el verdadero peligro para nuestros hijos, para Italia, para el mundo, para libertad: el islam fanático, fundamentalista, violento y asesino », escribió en Facebook.

El ministro de Exteriores, Luigi di Maio, dijo que «se han dicho cosas escalofriantes sobre Silvia, han ido más allá de cualquier límite aceptable» y aseguró que sintió «profunda vergüenza» por las palabras de Pagano.

Campaña contra Romano

La oleada de amenazas contra Romano por su aparente conversión al islam ha llevado a la fiscalía antiterrorista de Milán a abrir una investigación por un presunto delito de odio. Los mensajes en redes sociales la tachan de «traidora» y han llegado hasta a pedir para ella hasta que sea colgada.

La voluntaria fue secuestrada en una aldea de Kenia en noviembre del 2018, cuando tenía 23 años, y trasladada a Somalia, donde estuvo cautiva en manos de la organización yihadista Al Shabaab, hasta que el domingo pasado llegó a Italia.

Mientras, muchos ciudadanos, políticos e incluso la Conferencia Episcopal Italiana han salido en defensa de la joven. «Todos la sentimos como nuestra hija», afirmó el presidente de los obispos, el cardenal Gualtiero Bassetti.

La madre de la joven se preguntó: «¿Cómo queréis que esté? Probad a mandar a un pariente dos años allí a ver si no vuelve convertido». El rescate fue organizado por la inteligencia italiana con la mediación de Turquía y Catar, según se ha informado.