Londres y Bruselas no logran avanzar en su relación futura «postbrexit»

Juan Francisco Alonso LONDRES / E. LA VOZ

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Frost y Barnier, en su anterior reunión cara cara en Bruselas, el 2 de marzo
Frost y Barnier, en su anterior reunión cara cara en Bruselas, el 2 de marzo Oliver Hoslet | Reuters

El Reino Unido se niega al acceso de los Veintisiete a las aguas de pesca británicas

15 may 2020 . Actualizado a las 08:57 h.

En punto muerto. Así están las negociaciones entre el Reino Unido y la Unión Europea (UE) para lograr definir su relación futura tras el brexit, según David Frost, el jefe del equipo negociador británico. Frost explicó al primer ministro Boris Johnson y al Gabinete que la tercera ronda de conversaciones celebrada esta semana, vía videoconferencia, no arrojó ningún resultado, debido a que los representantes de Bruselas insisten en «demandas no razonables», informó ayer a la prensa un portavoz del número 10 de Downing Street. 

La solicitud de que los pescadores comunitarios -entre ellos, muy especialmente, los gallegos- tengan acceso a aguas británicas, así como que la economía del Reino Unido siga alineada con las normativas de la UE son algunas de esas condiciones que Londres considera inaceptables. 

El tema clave

El tema pesquero se ha convertido en un punto de honor para ambas partes. Boris Johnson lo enarboló como un ejemplo de la soberanía que el país recuperaría, si la mayoría votaba a favor de la salida de la UE en el referendo del 2016. Por su parte, para los Veintisiete es fundamental, porque los ricos caladeros británicos dan empleo a cientos de trabajadores comunitarios. 150 barcos gallegos, con 1.700 trabajadores, faenaban en esas aguas hasta el 2019.

Bruselas ya ha advertido que sin un acuerdo en materia pesquera las posibilidades de que los bancos británicos sigan teniendo acceso al mercado único son escasas. En Londres, sin embargo, no se intimidan y parecen dispuestos a seguir con el pulso, aun arriesgando miles de millones. Las instituciones instaladas en la City londinense consiguieron en la UE el 25 % de sus ingresos en el 2018 (59.000 millones de euros).

«El Gabinete estuvo de acuerdo en que no aceptaremos demandas que impliquen renunciar a nuestros derechos como Estado independiente», afirmó el portavoz de Downing Street, quien además admitió que la materialización del brexit acarreará la imposición de controles aduaneros y fronterizos entre las dos Irlandas, algo que hasta ahora había negado Johnson.

Como si el brexit no bastara para tensar las relaciones a ambas orillas del canal de La Mancha, ayer Bruselas anunció que ha abierto un «expediente de infracción» al Reino Unido por restringir los derechos de libre circulación de los ciudadanos europeos y sus familias en las islas. 

En una carta, la Comisión Europea le informó a las autoridades británicas que su legislación restringe injustamente el derecho de reagrupación familiar de los ciudadanos comunitarios que ya viven en el país y les complica demasiado el pedir al subsidio de desempleo.

Londres no guardó silencio y el ministro de Gabinete, Michael Gove, en otra misiva, acusó al bloque de no tomar medidas para garantizar los derechos de los británicos que residen en la UE.