Italia, el primer país que se confinó al completo, empieza el día después

La Voz REDACCIÓN

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Reabren comercios y hostelería, y se permiten el movimiento en el interior de las regiones. En las playas deberá haber al menos un metro de distancia entre las personas

18 may 2020 . Actualizado a las 17:35 h.

Italia recupera la normalidad. Desde hoy se permite abrir casi todos los comercios, las playas, restaurantes, hoteles peluquerías y centros de belleza y el libre movimiento en la región sin limitaciones. El Gobierno italiano llegó durante el fin de semana a un acuerdo con las regiones para reabrir casi completamente las actividades comerciales del país y serán ahora los presidentes regionales los que decidirán y tendrán la responsabilidad de las aperturas. Desde el próximo lunes, día 25, se abrirán gimnasios, centros deportivos y piscinas y desde el 15 de junio teatros y cines, informa Efe.

La bajada en la curva epidemiológica durante ya varios días ha animado al Gobierno italiano a adelantar las reaperturas de las actividades comerciales del país y  se ha autorizado a levantar sus persianas a tiendas, peluquerías, salones de belleza, restaurantes y pastelerías. Por el momento, algunas regiones como Lombardía, Piamonte y Campania han retrasado las aperturas de restaurantes para permitir a los propietarios de adecuarse a las medidas requeridas. 

A partir de hoy, los movimientos de personas dentro del territorio de la misma región no estarán sujetos a ninguna limitación y por lo tanto se puede ir a las segundas residencias si se encuentra en la región de residencia o visitar a amigos. Hasta el 2 de junio de 2020, los viajes con medios de transporte públicos y privados están prohibidos en una región diferente de la que se encuentra actualmente, así como aquellos de y para el extranjero, excepto por necesidades de trabajo comprobadas, de absoluta urgencia o por razones de salud. Se podrá volver a ir al restaurante guardando la distancia de un metro entre los clientes o colocando barreras separadoras y con el uso de una máscara al levantarse de la mesa, sin menús de papel y con la necesidad de reservar. Se permite el consumo en el mostrador «solo si se puede garantizar la distancia interpersonal de al menos un metro entre los clientes» y se prohíbe la comida a bufé.

En el barrio romano de San Giovanni, bastantes personas hacían cola, distanciadas entre sí, para entrar a sendas tiendas de dos conocidas cadenas de ropa, como si el fin del confinamiento marcara también el reinicio de la normalidad del consumismo. Algo diferente la situación en el barrio de Borgo Pío, junto al Vaticano. Sus negocios, muy dependientes del turismo, abrían hoy con pocas esperanzas, y algunos ni siquiera tienen intención de hacerlo.

Benito, dueño en un restaurante, cuenta a Efe: «Sí, hemos reabierto, estamos organizando, porque trabajo no hay mucho, pero solo pasar un buen rato es suficiente. Hemos hecho la desinfección, todo, pero somos de los pocos abiertos por aquí».  En una pizzería cercana, Massimo señala que ya llevan varios días abiertos con el servicio de «para llevar», y que ahora, en espera de que vuelvan los turistas, cuentan con algunos clientes habituales. «Los negocios de souvenirs lo tienen mucho más difícil sin turismo», añade.

En la playa también será obligatorio un metro de distancia entre las personas, mientras que será de cinco metros entre las sombrillas en las playas privadas y se prohíben los juegos y deportes en grupo. En el sector de la belleza, como servicios de peluquería y estética, los clientes solo podrán ser atendidos bajo cita y será obligatorio uso de mascarillas y guantes y al menos un metro de separación entre los clientes. En las tiendas de ropa y otros productos será necesario que los clientes lleven guantes y mascarillas, pero no será obligatorio desinfectar después. Las sanciones para las personas que violen las reglas van de 400 a 3.000 euros y el cierre de 5 a 30 días para los comercios que no respeten las disposiciones.

Dos aperturas simbólicas en Bérgamo: el aeropuerto y el cementerio

Dentro de esta vuelta a la normalidad, hoy hubo dos reaperturas altamente simbólicas en Bérgamo, una de las ciudades más golpeadas por la pandemia, en la región de Lombardía. La ciudad que fue noticia por las imágenes de caravanas de féretros trasladados en camiones militares a otras poblaciones para incinerar los cuerpos volvió a permitir desde hoy que los ciudadanos acudieran a visitar a sus seres queridos, con medidas de distanciamiento social y por turnos. En la iglesia del cementerio, que durante el pico de la emergencia se convirtió depósito de cadáveres con decenas de ataúdes, también se celebró la primera misa con fieles. Y el aeropuerto Orio de Bérgamo reabrió hoy con un primer vuelo llegado desde Sofia con unos 100 pasajeros, tras lo cual el avión volvió a despegar con unos 80 pasajeros con destino a la capital búlgara, todo con fuertes controles y medida de temperatura. El propio alcalde de Bérgamo, Giorgio Gori, quiso celebrar esta nueva situación publicando sus fotos del «antes» y el «después» mientras se cortaba el pelo en una peluquería.

Desde que se registrara el primer caso de contagio local, el 21 de febrero pasado, en Italia se contabilizan 31.908 fallecidos y 224.760 contagios. Este domingo, la Protección Civil informó de que en las últimas 24 horas se habían registrado 145 muertos y 675 contagios por coronavirus, lo que supone la cifra más baja desde que se decretó el cierre del país el pasado 9 de marzo.