Mascarillas obligatorias desde mañana para los mayores de 6 años

Olga Suárez Chamorro
O. Suárez LA VOZ / REDACCIÓN

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Una pareja pasea por Riazor protegida con mascarillas
Una pareja pasea por Riazor protegida con mascarillas Ángel Manso

Sanidad regula el uso de los protectores faciales, indispensables en espacios públicos y cerrados siempre que no se pueda respetar la distancia de dos metros de separación, hasta que finalice el estado de alarma

20 may 2020 . Actualizado a las 18:46 h.

Las mascarillas serán desde mañana, jueves 21, prenda indispensable para los ciudadanos españoles: obligatorias para todas las personas de más de seis años en la vía pública, en espacios al aire libre y en cualquier espacio cerrado de uso público, siempre que no sea posible mantener una distancia de seguridad interpersonal de al menos dos metros. 

El BOE regula el uso de estos protectores que, según indica la orden del Ministerio de Sanidad, «bloquean la emisión de gotas infectadas, muy importante cuando no es posible mantener la distancia de seguridad» para reducir la transmisión del SARS-CoV2. Esta medida se mantendrá vigente durante todo el estado de alarma y sus posibles prórrogas.

Aunque no lo obliga, Sanidad recomienda su uso para los niños de entre 3 y 5 años y explica que se trata de una medida que es «un principio de precaución» para que se sigan reduciendo los casos de contagio del covid-19 en España, mientras no se disponga de otras medidas como la vacunación.

Como en toda norma, hay una serie de excepciones importantes a tener en cuenta: podrán prescindir de este protector las personas que presenten algún tipo de dificultad respiratorias que pueda verse agravada por su uso o las personas «que por su situación de discapacidad o dependencia presenten alteraciones de conducta que hagan inviable su utilización».

Sanidad también dice que el uso de las mascarillas no será «exigible en el desarrollo de actividades que resulten incompatibles, tales como la ingesta de alimentos y bebidas». Y tampoco en «situaciones de fuerza mayor o de necesidad».

¿Y los deportistas? Las personas que salen a hacer ejercicio en bici y aquellas que corren están exentas del uso de mascarilla, que será obligatorio desde este jueves en espacios cerrados y en la calle cuando no se pueda garantizar una distancia mínima de dos metros para los mayores de 6 años. Estas personas no deberán usar la mascarilla si no quieren, han señalado a Efe fuentes del Ministerio de Sanidad, que insisten en la importancia de guardar las medidas de distanciamiento social.

Según la instrucción publicada en el BOE, quedan exentas de esa obligación «actividades incompatibles» con su uso, como la ingesta de alimentos y bebidas, y en circunstancias en las que exista una causa de fuerza mayor o situación de necesidad. Aunque la orden no especifica todas las «actividades incompatibles», ir en bici y correr se incluirían entre ellas, según las mismas fuentes, que señalan que también están exentas todas aquellas actividades deportivas al aire libre que requieran tal esfuerzo que dificulten la respiración.

 

De la recomendación a la imposición

Las recomendaciones sobre el uso de las mascarillas fueron modificándose a medida que avanzaba la crisis sanitaria. A principios de marzo, Salvador Illa decía que «por lo menos en España no hace falta usar mascarilla por la calle». El 8 de abril recordaba que ningún país de Europa hacía obligatorio el uso de mascarilla, salvo en la región de Lombardía. Dos días después, hablaba de que se recomendaba un «uso complementario de mascarilla», especialmente en los trayectos hacia el puesto de trabajo. Desde el 10 de mayo las mascarillas eran obligatorias ya en el transporte público y recomendables cuando no se puede guardar la distancia de seguridad. Ahora su uso sube de nivel y se convertirá en obligatoria en todos los espacios públicos, al aire libre o cubiertos, siempre que no se pueda respetar la distancia de seguridad. 

La misma orden ministerial publicada ahora reconoce que la evolución de la crisis sanitaria ha obligado a adaptar y concretar «de manera continua» las medidas adoptadas, sobre todo ante la «alta transmisibilidad» del coronavirus en las fases iniciales de la enfermedad.

 

Los enfermeros avisan de que utilizar mal las mascarillas aumenta el riesgo de contagio 

La superficie externa del protector se considera un elemento de transmisión

Utilizar mal las mascarillas aumenta el riesgo de contagio de covid-19, ya que la superficie externa de la mascarilla se considera un vehículo de transmisión, según ha avisado el presidente del Consejo General de Enfermería, Florentino Pérez Raya.

Precisamente por ello, la Organización Colegial de Enfermería, en colaboración con el Área de Enfermería de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Respiratoria (SEPAR), ha lanzado una infografía y un vídeo animado con los principales consejos a seguir para hacer un buen uso de esta medida de prevención y evitar así contagios de covid-19 que pongan en peligro la progresiva apertura del país y la recuperación del sistema sanitario.

«En una población no entrenada en el manejo de este tipo dispositivos, la obligatoriedad de su uso debe ir acompañada de formación a la población general que debemos hacer también los profesionales sanitarios. Por ello, es fundamental la divulgación de estas recomendaciones, motivo por el que sociedades científicas como la nuestra y la Organización Colegial de Enfermería hemos trabajado conjuntamente para concienciar a la sociedad sobre cómo deben utilizar correctamente las mascarillas», ha explicado el coordinador del Área de Enfermería de SEPAR, David Díaz-Pérez, según recoge Europa Press.

Las mascarillas quirúrgicas e higiénicas, que son las más recomendables para la población, lo que hacen es proteger a los demás, es lo que se denomina una protección comunitaria. En un principio, la recomendación es que tengan una vida media de entre cuatro y ocho horas, y no se recomienda llevar esta mascarilla de manera continuada más de seis horas seguidas porque la humedad que pueden captar hace que pierdan eficacia.

«Cuando nos la quitamos, si no se ha cumplido este tiempo, es importante no guardarla en el bolso o en un bolsillo, porque la mascarilla es un vehículo de transmisión, de contaminación. Por eso, siempre debemos llevarla en una bolsa transpirable, como un sobre de papel, sabiendo que la parte limpia de la mascarilla es la interna, lo que llevamos pegada a la cara, y la parte sucia es la parte externa, que no debemos tocar», ha explicado el coordinador de enfermería de SEPAR.

A la hora de colocarla, la Organización Colegial de Enfermería ya realizó una infografía previa con los pasos a seguir. Sin embargo, nuevamente vuelven a incidir en que la mascarilla debe cubrir la boca, la nariz y la barbilla. «Todo lo que no sea llevarla así- ponerla por debajo de la nariz, en la barbilla o en la frente- es un mal uso de la mascarilla. Además, es muy importante saber que no debemos quitarnos la mascarilla para hablar, toser o estornudar», ha argumentado Díaz-Pérez.

La mascarilla debe llevarse siempre correctamente colocada dentro de cualquier espacio público cerrado y también al aire libre cuando no esté garantizada la distancia de seguridad. «Si en los espacios abiertos existe la posibilidad de que en algún momento no se pueda cumplir con esa separación de dos metros, debemos utilizar la mascarilla», ha recalcado este enfermero.

Por último, respecto de aquellas personas que son más vulnerables, que tienen enfermedades crónicas respiratorias, como asma o enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), o que están inmunodeprimidas, el experto ha destacado la necesidad de protegerles de posibles transmisores. «Por eso abogamos porque estos pacientes puedan usar, bajo la indicación de su profesional sanitario, mascarillas autofiltrantes, que además de la función de protección comunitaria protege al usuario frente a posibles transmisores», ha zanjado.