El avance de Madrid a la fase 1 no reduce tensiones con Moncloa

Francisco Balado Fontenla
F. Balado MADRID / LA VOZ

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La presidenta Díaz Ayuso confirma que mantendrá la querella para conocer los criterios de promoción

23 may 2020 . Actualizado a las 10:28 h.

A partir de este lunes, la Comunidad de Madrid accederá a la fase 1 del plan de desescalada. Lo hará con dos semanas de retraso respecto a Galicia y la mayoría de las provincias españolas, lo que ha generado que estallase de forma definitiva la polémica que vienen arrastrando desde el inicio de la pandemia la presidenta de la región, la popular Isabel Díaz Ayuso, y el Gobierno central, que se dirimirá en los tribunales.

Según confirmó el viernes la regidora madrileña en una rueda de prensa a las pocas horas de conocer que finalmente Madrid pasaría de fase, mantendrá la querella interpuesta hace unos días contra el Ejecutivo en la que exige transparencia. «Desconocemos si los motivos para pasar de fase son técnicos o políticos, pero nosotros tenemos claro que estábamos preparados. Nos gustaría que se supiera quién está detrás de estos equipos de expertos», criticó tras la negativa de Moncloa de hacer públicos los nombres del comité científico que ejerce de árbitro en este proceso. La presidenta autonómica defendió en la rueda de prensa que ofreció junto al alcalde de la capital española, el también popular José Luis Martínez Almeida, que a pesar de quedarse «con lo positivo» por haber pasado de fase, mantiene su exigencia: «Quiero conocer los criterios técnicos que nos han avalado a pasar de fase», algo para lo que consideró que Madrid está «sobradamente preparada».

Lo que sí descartó Ayuso fue solicitar una nueva promoción a la fase 2 de forma inmediata, por lo que permanecerán al menos dos semanas en el primer tramo, en el que se permiten la apertura de terrazas y determinados comercios que aliviarán el confinamiento, aunque sujetas a un reguero de restricciones. «No tenemos prisa, no queremos dar ningún paso en falso», manifestó.

El hotel y las mascarillas

En las últimas semanas Isabel Díaz Ayuso se ha convertido en el flanco favorito de las dos fuerzas que sustentan al Gobierno. Tanto desde el PSOE como desde Podemos han llegado a justificar el elevado porcentaje de muertos por coronavirus que presenta España respecto a la población total (segundo más elevado del planeta, solo tras Bélgica) debido a los numerosos casos registrados en Madrid. Unas críticas que le han llegado también por trasladar su residencia a un hotel propiedad de un conocido empresario tras haber sido diagnosticada positivo, y hasta por el reparto de mascarillas de tipo FPP2 a los madrileños, circunstancia de la que se defendió el viernes: «Hemos dispensado cerca de 5 millones de mascarillas. He oído críticas de todo tipo, primero que eran muy buenas, luego que son muy malas. Están homologadas por el Gobierno», zanjó.

Solo tres días de adelanto en el rural

Pedro Sánchez lo anunciaba a los presidentes autonómicos en su reunión del domingo: los núcleos de menos de 10.000 habitantes pasarían a tener las mismas ventajas de la desescalada acelerada que los de 5.000 habitantes. Esa misma tarde, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, adelantaba que se publicaría en el BOE un paquete de medidas para flexibilizar la desescalada en el ámbito rural. La orden apareció en el boletín del viernes, con lo que los más de 280.0000 habitantes de Galicia que viven en núcleos entre los 5.000 y los 10.000 habitantes apenas se beneficiarán tres días del adelanto de la medida principal de flexibilización de la desescalada: la eliminación de las franjas horarias.

Los tramos diferenciados para el paseo y para hacer deporte, vigentes tanto en la fase 1 como en la 0, desaparecen en la fase 2, en la que Galicia entrará este lunes. Así que los núcleos de entre 5.000 y 10.000 habitantes dejaron ayer de tener franjas horarias. Tampoco habrá que ceñirse a horarios el sábado y el domingo en el rural, pero a partir del lunes esa restricción desaparecerá en toda la comunidad. En el conjunto del Estado, el 20 % de la población reside en municipios que están por debajo de los 10.000 habitantes.