La vida diaria ya es casi normal y apenas ha habido decesos. La clave, la disciplina de sus habitantes desde el principio
23 may 2020 . Actualizado a las 17:59 h.Eslovaquia fue uno de los cuatro últimos países europeos sin víctimas mortales por coronavirus, junto a Malta, Estonia y Liechtenstein. La diferencia es que esta nación tiene mucha más población que todos los anteriores, casi 5,5 millones de habitantes, y más de 1.600 kilómetros de fronteras con cinco países. La primera víctima mortal llegó el 1 de abril, y desde entonces se han sumado 27 más. Es la cifra más baja de la zona, y de las mínimas de Europa en relación al total de habitantes. Los afectados en total son apenas 1.500, la gran mayoría, curados. Esta semana hubo un deceso; hoy, un infectado.
Es más curioso aún si se tiene en cuenta que el día a día es prácticamente normal. Ni siquiera las mascarillas son ya obligatorias, aunque lo fueron, y por eso los eslovacos cosieron en sus casas miles y miles, que se pueden reutilizar, lavándolas. Hay fronteras abiertas con fronteras con Austria y Hungría, pero para 24 horas: salir y volver. Está pendiente de activar una aplicación, para Android y iPhone, de control precisamente de tiempos y ubicaciones. De hecho, estaba prevista para ayer viernes, y no funcionó, generando largas colas con Austria ante las dudas sobre los controles. Para más tiempo, la cuarentena de 14 días es obligatoria. Pero el 15 de junio se abrirán por completo. Bares, restaurantes, centros comerciales... Casi todo está abierto (las piscinas convencionales y los gimnasios, no aún). Con medidas de seguridad, pero abierto. Y los colegios lo harán el 1 de junio.
Un periodista de Novy Cas, el diario más importante del país, señalaba hoy sábado que la clave del éxito es que «la gente es muy disciplinada, absolutamente todo el mundo ha cumplido siempre las medidas».
