Un estudio sostiene que el clima de Wuhan y el de los países mediterráneos se parecen mucho y señala que la letalidad del virus aumenta con una temperatura media de 4 a 12 grados

La ciencia trata de responder con la mayor celeridad posible cómo afecta la temperatura a la transmisión del covid-19. A las puertas del verano si se descubriera que el calor favorece la propagación, se produciría el peor escenario imaginable. Ahora mismo, muchos países están iniciando sus procesos de desescalada, entre ellos España, mientras entramos en la época más cálida del año. Los valores tan elevados que se han registrado durante la última semana en la Península y otras zonas como el Reino Unido ya han abarrotado las playas, dificultando la necesidad de mantener la distancia de seguridad.

Un nuevo artículo publicado en la revista Environmental Research and Public Health por investigadores de la Universidad de Nápoles apunta en la misma dirección que otros trabajos que se han hecho desde marzo: el virus parece preferir temperaturas bajas. Esta investigación realizó un recorrido de su evolución en el espacio y el tiempo. El covid-19 estalló en diciembre en Wuhan, en China central. Los autores sostienen que el clima de esta región se parece mucho al de las provincias del norte de Italia, donde llegó en febrero y comenzó a propagarse. Sugieren que la letalidad del coronavirus empeora cuando la temperatura media oscila entre 4 y 12 grados y la humedad relativa entre el 60 y 80 %.

En base a estas cifras, los autores del trabajo diseñaron mapas para localizar las zonas del mundo donde se registran esas condiciones óptimas para la transmisión del coronavirus en cada mes del año. La isoterma de febrero y marzo, la línea que une lugares de la superficie terrestre que tienen la misma temperatura media anual, en este caso de 4 a 12 grados, atraviesa China central, Irán, Turquía, Europa occidental mediterránea (Italia, España y Francia) y Estados Unidos, que coincide con los países más castigados por la pandemia.

Los científicos apuntan que en lo que queda de primavera y en verano, el virus será más letal en latitudes más septentrionales como Reino Unido, Alemania, Europa del este, Rusia y América del Norte. Países como España e Italia podrían tener menos casos gracias a las altas temperaturas.

Sin embargo, esta situación, y así lo advierten los investigadores italianos, tiene una doble lectura. El covid-19 puede volver a propagarse con facilidad en cuanto llegue el otoño y la temperatura media descienda progresivamente hasta alcanzar ese intervalo térmico óptimo para su transmisión. Respecto a las regiones tropicales y al hemisferio sur, los autores señalan que el impacto de la pandemia no está siendo tan devastador porque el clima es lo suficientemente cálido durante todo el año y por la edad media de su población, que es más baja.

La versión del CSIC

La conexión entre el clima y la pandemia está siendo analizada por muchas instituciones y universidades de todo el mundo. En el caso de España, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad de Málaga han optado por recopilar toda la literatura científica publicada desde enero de sobre variables atmosféricas, como temperatura y humedad, en la propagación e incidencia del coronavirus. «En principio, la mayor parte de las investigaciones revisadas mostraban que sí existía cierta influencia del tiempo atmosférico y el clima en la distribución y el progreso. En concreto, un ambiente fresco y seco, parecía el más idóneo para su expansión», explica Oliver Gutiérrez, investigador de la universidad andaluza. «Pero que se observe una relación estadísticamente significativa entre temperatura y la incidencia del covid-19 no significa que exista una relación directa. En lo referente al clima, hay que mantener exactamente las mismas medidas de contención y distanciamiento social con la misma intensidad», añade. Los expertos piden no bajar la guardia en verano.

Los efectos de las olas de calor este verano serán peores por la pandemia 

Las olas de calor que se esperan este verano en el hemisferio norte serán más difíciles para los grupos vulnerables debido a las restricciones impuestas en todos los países para frenar la epidemia del coronavirus. «El covid-19 amplifica el riesgo de las olas de calor para muchas personas y complica su manejo», señala en un informe la Organización Meteorológica Mundial (OMM), que ha salido a respaldar una alerta emitida por una red global de expertos en el clima y la salud.

Las medidas para aplacar los efectos de temperaturas muy altas, particularmente en personas de edad avanzada, no podrán aplicarse en Europa porque se contradicen con algunas medidas de prevención.

La gente ya no podrá tan fácilmente y con confianza dejar sus domicilios para ir a pasar las hora más calientes del día en lugares refrescados por sistemas de aire acondicionado, como centros comerciales u otros espacios públicos. Además, las visitas para verificar la situación de las personas mayores o la posibilidad de recibir atención de emergencia ante un golpe de calor serán más complicadas y en ciertos lugares imposibles porque chocarán con las regulaciones anticovid. «Las olas de calor son cada vez más intensas y frecuentes debido al cambio climático y esto aumenta la presión en las personas y en los sistemas de salud», recalca Clare Nullis portavoz de la OMM, Clare Nullis.

Las personas vulnerables mayores de 65 años están hoy expuestas 220 millones de veces más a olas de calor con respecto a la media registrada entre 1986 y 2005. El año pasado, Europa experimentó dos olas de calor significativas: la primera en junio y la segunda a finales de julio. En Francia, por ejemplo, se registró un récord de temperatura de 46 grados centígrados el 28 de junio, mientras que la ola de calor del mes siguiente impactó toda la región del suroeste y de centro de Europa. Las temperaturas extremas del verano del 2019 fueron motivo de 20.000 consultas y de 5.700 visitas médicas a domicilio solo en ese país.

Otros países como Holanda tienen estadísticas que sostienen que ambos eventos climáticos extremos tuvieron relación directa con la muerte de 2.964 personas.«Nuestro mensaje es que debemos estar preparados porque el covid complicará todo», alertó Nullis. Según las mediciones realizadas en lo que va del año, el 2020 ya puede considerarse como uno de los años más calientes desde que existen registros.