Disputa diplomática entre Suecia e Italia por el coronavirus

M. L. REDACCIÓN / LA VOZ

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Anders Tegnell, el epidemiólogo estatal de la Agencia de Salud Pública de Suecia revisa su teléfono móvil durante una conferencia de prensa sobre la actualización diaria sobre la enfermedad por coronavirus
Anders Tegnell, el epidemiólogo estatal de la Agencia de Salud Pública de Suecia revisa su teléfono móvil durante una conferencia de prensa sobre la actualización diaria sobre la enfermedad por coronavirus

Un virólogo sueco acusó a Roma de falta de capacidad para gestionar la pandemia y el embajador italiano le respondió que Estocolmo tuvo más tiempo para prepararse

30 may 2020 . Actualizado a las 09:38 h.

Las disputas entre países a cuenta del coronavirus no son exclusivas de Estados Unidos y China -el primero, esencia del liberalismo, culpó al segundo, patria del comunismo, de haber creado el virus- sino que dentro de lo que se conoce como mundo occidental también han surgido rencillas, en este caso entre la norteña Suecia y la sureña Italia, naciones entre las más afectadas en Europa por el virus.

El conflicto comenzó cuando un alto funcionario de salud sueco sugirió que el país gobernado por Giuseppe Conte carecía de capacidad para manejar la pandemia. Todo mientras Suecia registra uno de los mayores índices de mortalidad per cápita relacionados con el virus en el continente. Y a diferencia de Italia, España, Francia y Gran Bretaña, no impuso un bloqueo. Eso sí, sus vecinos, Noruega y Finlandia, cerraron sus fronteras. Así, en la monarquía báltica del sindicalista Löfven, con una población que viene a ser una sexta parte de la que tiene Italia, más de 4.200 personas han muerto, mientras que en la república mediterránea los óbitos fueron unos 33.000. 

Menos recursos

Por eso cuando el epidemiólogo estatal sueco Anders Tegnell aseguró que Italia dependía de «menos recursos» para combatir el virus, esta se sintió herida. «Todo el mundo fuera de Italia debería expresar solo elogios y solidaridad con nuestro país y con nuestra gente», escribió el embajador italiano en Suecia, Mario Cospito, en una respuesta que recoge el diario The Washington Post, en la que hace referencia a la elevada esperanza de vida en el país y su alto ránking en las comparaciones internacionales del sistema de salud.

Cospito aprovechó para lanzar un dardo envenenado al Gobierno de Estocolmo al decir que este, como el de otros muchos países, tuvo más tiempo para prepararse para la llegada de la pandemia, ya que Italia fue el segundo gran foco del brote después de China. El hecho de que Suecia no impusiese un bloqueo fue muy controvertido. De todos modos, ahora Tegnell, tras admitir el elevado número de muertos en residencias de ancianos, sugiere que podría preparar al país mejor para una segunda ola de infecciones.