El «Wuhan manchego» multará a los asistentes a botellones tras una fiesta que reunió a 500 jóvenes

La Voz

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La localidad de Tomelloso sancionará esta práctica, que no estaba regulada, para evitar aglomeraciones. Casos similares en otros puntos de la geografía española ya han dado lugar a rebrotes

01 jun 2020 . Actualizado a las 21:12 h.

Dicho y hecho. Al menos en Tomelloso. La Asociación Dual  alertaba hoy del peligro de que aumenten los botellones entre los jóvenes durante la desescalada, que intentan «recuperar el tiempo perdido» durante el confinamiento. Y así ha sucedido este fin de semana en este municipio ciudadrealeño, donde llegaron a juntarse al menos 500 personas (aunque en las redes sociales se habla de casi 3.000) pese a que en esta localidad se encuentran en fase 1. Por si esto fuese poco, lo cierto es que este municipio, que tiene unos 36.000 habitantes, ha sido uno de los más castigados por el coronavirus desde que estalló la pandemia, pues se rebasó la cifra de 300 muertes. La localidad, de hecho, ya había sido apodada en su comunidad autónoma como el «Wuhan manchego».

La alcaldesa de Tomelloso, Inmaculada Jiménez, ha dicho sentirse «avergonzada» ante esta fiesta multitudinaria celebrada en el recinto ferial del municipio «como si fuera un fin de semana normal», y ha optado por prohibir este tipo de reuniones, que hasta ahora no estaban reguladas. Quienes se junten para beber en la calle serán sancionados. Jiménez ha señalado que «no es justo que por acciones de una minoría se ponga en duda el comportamiento ejemplar del 99 % de los ciudadanos durante la crisis sanitaria, que tan duramente ha azotado a esta ciudad».

Extremar las precauciones es fundamental después de las lamentables situaciones que se vivieron en días precedentes en otros puntos de la geografía española. Cabe recordar el caso de la fiesta de cumpleaños de Lérida a la que asistieron cuatro positivos en covid-19 y una veintena de participantes acabó contagiada. Fernando Simón lo advirtió también la semana pasada, dado el goteo de pequeñas celebraciones que acabaron con nuevos casos: «Un brote por una pequeña fiesta inocente puede ser el inicio de una nueva epidemia».