La Fiscalía alemana asume que Madeleine McCann murió a manos del sospechoso preso

La Voz REDACCIÓN

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Investiga el caso de la mano de la policía británica y de la portuguesa, y ha pedido la colaboración ciudadana

11 jul 2020 . Actualizado a las 17:46 h.

La Fiscalía alemana de Braunschweig (centro del país) parte de la base de que la niña británica Madeleine McCann está muerta y sospecha que el autor del asesinato es el hombre de 43 años que está preso, cumpliendo condena por un caso no especificado y con antecedentes por delitos sexuales, también contra menores.

Fuentes de la Fiscalía, en una breve comparecencia ante los medios sin preguntas, corroboraron con ello las sospechas difundidas ayer por la Oficina Federal de la Policía Criminal (BKA), vía comunicado. El sospechoso, identificado como Christian B. por el diario Bild, vivió en el Algarve portugués entre 1995 y 2007 y se encontraba el día en que desapareció la pequeña cerca de la casa de vacaciones de Praia da Luz donde estaban los McCann. La Fiscalía investiga al sospechoso por el presunto asesinato de la niña. Según el mencionado diario, actualmente cumple condena en la ciudad de Kiel (norte del país), recoge Efe.

Investigación en Alemania, Reino Unido y Portugal

Las sospechas sobre Christian B. se difundieron en primer lugar en Reino Unido, a través de Scotland Yard. La Fiscalía de Braunschweig indicó que se está investigando el asunto «en estrecha colaboración» con la Metropolitan Police británica y con la Polícia Judiciária portuguesa. El portavoz de la Fiscalía alemana declinó dar más detalles acerca de las sospechas o identidad del individuo, por estar el caso en curso de investigación. Pidió, sin embargo, la colaboración ciudadana para el esclarecimiento del caso y recordó que la última residencia del sospechoso en Alemania era en Braunschweig, razón por lo que ha correspondido a ese departamento asumir las diligencias.

Tal como informó ya ayer el BKA, el sospechoso vivía en Portugal de trabajos ocasionales en la hostelería y gastronomía y se le atribuyen también delitos contra la propiedad, robos en hoteles o establecimientos vacacionales, así como asuntos relacionados con la droga.

Las tres policías -alemana, británica y portuguesa- buscan ahora testigos para tratar de aclarar dónde estuvo el sospechoso el día de la desaparición de la pequeña, el 3 de mayo de 2007, entre las 21.10 y las 22.00 horas de la noche. Se han difundido asimismo fotos de dos vehículos Jaguar XJR 6 de color oscuro y una furgoneta VW T3 Westfalia de color claro, con la que aparentemente pudo secuestrar a la niña, según Bild. Se tienen indicios, además, de que ese día realizó una llamada con un teléfono móvil portugués a una persona desconocida, cuestión asimismo objetivo de la investigación.

El portavoz de la Fiscalía alemana, Hans Christian Wolters, solo confirmó que investigan al sospechoso
El portavoz de la Fiscalía alemana, Hans Christian Wolters, solo confirmó que investigan al sospechoso FOCKE STRANGMANN

El equipo de Scotland Yard (la Policía Metropolitana de Londres) que dirige la llamada Operación Grange, destinada a hallar pistas de la niña desde 2011, ha colaborado con las autoridades alemanas para dar con este sospechoso y ha identificado dos vehículos que pudo utilizar en el momento de la desaparición. Si bien la fiscalía alemana de Braunschweig dijo hoy que parte de la base de que la menor está muerta y sospecha que su asesino es el hombre recientemente identificado, según la prensa británica, Scotland Yard sigue investigando una desaparición al no tener «evidencia definitiva de si Madeleine está viva o muerta».

Un caso que conmocionó a Europa

Maddie, como se conoce a Madeleine, desapareció de un complejo turístico de Praia da Luz, en el Algarve (sur de Portugal), mientras sus padres cenaban con unos amigos en un restaurante cercano. El caso conmocionó a Europa, mientras los padres -investigados asimismo durante un tiempo como presuntos culpables- iniciaron una búsqueda incansable de su hija, convencidos de que puede seguir viva. En los últimos tiempos han llegado a difundir imágenes de su hija con el que podría ser su aspecto actual, como una muchacha de 17 años. La investigación en torno a Maddie ha desembocado hasta ahora en más de 2.000 diligencias policiales, 500 búsquedas en la zona y 12.000 páginas de proceso, que sin embargo no han conseguido por el momento arrojar luz sobre el destino de la niña.

Desde aquel fatídico 3 de mayo, el caso Madeleine reunía todas las características para ser objeto de teorías y conjeturas: enfrentamientos entre la policía británica y portuguesa, contradicciones sobre la versión de los padres y su entorno, multitud de sospechosos y pruebas poco concluyentes. El cóctel perfecto para que la historia llegara también a las pantallas a través de varios documentales.

La investigación portuguesa, liderada en sus inicios por Gonçalo Amaral, puso en el punto de mira a los padres, Kate y Gerry McCann, que llegaron a ser formalmente investigados, aunque los indicios fueron concluyentes. Amaral, que acabó siendo despedido, encontró vacilaciones en el testimonio de los progenitores que siempre han defendido que la niña, entonces de tres años, desapareció cuando dormía junto a sus hermanos (los gemelos Amelie y Sean, de dos años), en el apartamento de Praia da Luz, mientras ellos cenaban en un restaurante cercano con una pareja de amigos.

Tras más de una década de búsqueda infructuosa con multitud de apariciones públicas para tratar que el caso no cayera en el olvido, los McCann afirmaron que dan la «bienvenida» a la nueva línea de investigación y destacaron que su deseo es «encontrarla, destapar la verdad y llevar a los responsables ante la justicia». «Nunca perderemos la esperanza de encontrar a Madeleine viva, pero cualquiera que sea el resultado, necesitamos saber, tanto como necesitamos encontrar paz», dijeron en un comunicado este miércoles.

13 años de misterio

En una entrevista con Efe en 2019, Francisco Moita Flores, exinvestigador de la Policía Judicial portuguesa, defendió la tesis portuguesa de que la respuesta a este misterio está en el entorno de la familia, por las «contradicciones» que aseguró había en las declaraciones de los amigos que cenaban con los McCann. Flores señaló que para aclarar lo sucedido era fundamental llevar a cabo una reconstrucción de los hechos, un procedimiento habitual que, sin embargo, en este caso nunca se hizo. Se llegó a barajar también la posibilidad de que la niña fuese raptada por una organización dedicada a la pedofilia y la atención internacional que cobró el suceso hizo que, a lo largo de este tiempo, varias personas aseguraran haberla visto, a veces en varios continentes el mismo día, sin que se haya podido demostrar nada. Tampoco ha ayudado el que se hayan sucedido los enfrentamientos entre los diferentes cuerpos policiales, que actualmente prosiguen sus investigaciones por separado: por un lado Scotland Yard, con un presupuesto que periódicamente se anuncia que se amplía, y por otro la Policía de Oporto que sigue trabajando, aunque de forma más discreta.