Trump, aislado, defiende que su plan económico acabará con el racismo

Rosa Paíno
Rosa Paíno REDACCIÓN / LA VOZ

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Inaguración en Washington de una plaza  con el lema antirracista «Las vidas negras importan»
Inaguración en Washington de una plaza con el lema antirracista «Las vidas negras importan» JIM LO SCALZO | Efe

El Pentágono ordena desarmar a la Guardia Nacional desplegada por las protestas

06 jun 2020 . Actualizado a las 09:38 h.

Once días después del asesinato de George Floyd a manos de la policía de en Mineápolis, las calles de Estados Unidos vuelven poco a poco a la normalidad tras las noches de caos que dejaron las movilizaciones antirracismo en varias ciudades. Donald Trump, cada vez más solo, intenta pasar página. El inesperado descenso del desempleo en mayo, quedando en el 13,3 % -2,5 millones de empleos más, tras el peor dato histórico en abril- le llegó este viernes como agua de mayo. La excusa perfecta para desembarazarse de la lluvia de críticas que ha desatado al presentarse como «el presidente de la ley y el orden» que sacaría el Ejército a la calle para hacer frente a los desordenes que traían la contestación racial.

Y no la desaprovechó. A las diez de la mañana convocó un rueda de prensa en la Casa Blanca para aplaudir la bajada de las cifras del paro. Así aseguró que su plan para combatir el racismo es favorecer el crecimiento económico y que George Floyd se alegraría desde el cielo si viera el nuevo dato sobre el desempleo. «Ojalá que George nos esté mirando ahora mismo desde arriba, estará diciendo que esto es algo muy grande para nuestro país. Es un gran día para él, un gran día para todos», afirmó Trump. Una declaración que enseguida desató las críticas de la oposición demócrata.

«Eres de lo que no hay»

Obvió que el dato de desempleo entre afroamericanos en mayo fue peor que el de abril, según el informe publicado este viernes por el Departamento de Trabajo. Ante la pregunta sobre este dato de una periodista, respondió: «Eres de lo que no hay».

En la larga rueda de prensa, Trump vendió su gestión para activar la economía, su principal baza electoral. «Somos tan poderosos que podemos cerrar el país muy rápidamente, impedir que la gente de China venga a contagiarnos, salvando miles de vidas como incluso reconocen mis enemigos, y ofrecer estos números [del paro]», proclamó con su grandilocuencia habitual. No se olvidó de cargar contra los demócratas: «Será mejor el año que viene a no ser que aparezca una mala política de izquierdas o ridículos acuerdos medioambientales cuando tenemos el aire más limpio de la era moderna».

Pero la crisis política abierta por Trump sigue ahí y sigue perdiendo el respaldo militar. El miércoles, el jefe del Pentágono, Mike Esper, negó la posibilidad de recuperar una ley de 1807 para enviar a los soldados a sofocar las manifestaciones. El jueves fue James Mattis, primer secretario de Defensa de su Gobierno, acusó al mandatario de «intentar dividir» al país y abusar de su autoridad al «militarizar la respuesta a las protestas». Este viernes, el Pentágono ordenó a la Guardia Nacional del Distrito de Columbia y otros estados que no usen armas de fuego, una señal de disminución en la respuesta federal a las protestas, según The Washington Post. 

Además, la alcaldesa de Washington, Muriel Brower, pidió por carta a Trump la retirada de la Guardia Nacional, ya que ha puesto fin al estado de emergencia, incluido el toque de queda, y el jueves por la noche la Policía de Washington no se llevó a cabo ningún arresto. En Nueva York, sin embargo, el toque de queda aún sigue vigente. El gran despliegue policial permitió detener el jueves a todos aquellos que se resistían a dejar la calle en un día en el que el grueso de la protesta ha ido a menos.